Lucas Moura pasó a la historia del Tottenham Hotspur con un triplete espectacular en la semifinal ante Ajax, que sirvió para que los ingleses se metieron por primera vez a la final de la UEFA Champions League.
El puntero brasileño, una de las grandes promesas del último tiempo del fútbol de su país, tuvo la jornada más gloriosa de su carrera con tres goles que quedarán grabados para siempre en la memoria de los hinchas de los Spurs. «Es la mejor noche de mi vida», dijo tras el partido en Amsterdam.
Sin embargo, el pasado no fue el mejor. Lucas siempre fue considerado una de las joyas brasileñas y ya en 2012 deslumbraba en Sao Paulo, club al que guió al título de la Copa Sudamericana de ese año. En el camino, fue verdugo de Universidad de Chile -le marcó un gol en cuartos de final- y también fue protagonista en la semifinal donde eliminaron a Universidad Católica -solo por gol de visita- hasta la polémica final con Tigre de Argentina -anotó un tanto en la revancha-.
El PSG puso sus ojos en él y lo fichó para 2013 por 43 millones de euros, donde estuvo hasta 2018, pero sin mostrar el talento con el que deslumbró en sus inicios en el fútbol brasileño. El técnico de los galos, en ese entonces, Laurent Blanc lo criticó duramente: «Necesita hacer mucho más. Tiene tiempo, pero el tiempo apremia«.
Moura casi siempre estuvo a la sombra de figuras del calibre de Zlatan Ibrahimovic, Ezequiel Lavezzi, Edinson Cavani, Neymar Jr. y Kylian Mbappé, sin poder confirmar los atributos que lo llevaron a tierras galas.
Así, a mediados de la campaña 2017-18 llegó a Londres para jugar por los Spurs y aunque con Mauricio Pochettino no siempre fue titular, este miércoles tuvo la jornada más brillante de su trayectoria profesional.
Lucas Moura, de un día para otro, se convirtió en leyenda de Tottenham Hotspur.