Universidad de Chile sufre una de las crisis institucionales más fuertes de la década, luego de la renuncia del técnico Frank Kudelka y la posterior salida del presidente de la concesionaria Azul Azul, Carlos Heller.
Ante este escenario, la U quedó inmersa en una profunda incertidumbre administrativa, que tampoco ha podido maquillar con los resultados deportivos. A pesar de que los ahora dirigidos por Alfredo Arias comenzaron arriba el fin de semana pasado a Universidad de Concepción, los del Campanil dieron vuelta el marcador y terminaron ganando por 2 a 1 como locales.
Durante el compromiso uno de los más afectados era el arquero y capitán universitario, Johnny Herrera, quien no sólo se vio atribulado anímicamente por la derrota, sino que también terminó muy afectado físicamente, luego de un choque por la disputa del balón con el delantero sureño y ex azul, Patricio Rubio.
Buscando cortar un centro desde la izquierda, el guardameta azul interceptó la pelota que Rubio buscaba convertir en gol, pero casualmente el ariete le propinó un zapatazo en la cara que dejó maltrecho a Herrera. Ante eso, el portero fue atendido en medio del partido, y siguió jugando ante la intensidad del juego que se disputaba en el estadio Ester Roa de Concepción.
Pese a eso, y según indicaron del cuerpo médico de Azul Azul a El Gráfico Chile, el capitán de los laicos sólo sufrió cortes superficiales de baja intensidad, según determinaron los chequeos que se realizó durante esta jornada y que le permitirán entrenar de manera normal junto a sus compañeros, en medio del receso que tendrá el Campeonato Nacional 2019 y por la doble fecha FIFA de estas semanas.
En medio del delicado ambiente que se vive en La Cisterna, Arias celebra contar con el máximo líder y referente del club, quien además ha sido uno de los pocos puntos destacables dentro del pobre rendimiento futbolístico de la U durante 2019.