En un sábado en el que todas las miradas del mundo del fútbol están puestas en La Bombonera por el primer partido de la Superfinal de la Copa Libertadores, la Ciudad de Buenos Aires amaneció bajo un diluvio y una tormenta eléctrica que ponen en jaque al gran evento deportivo de los últimos años. Las autoridades de la Conmebol y los árbitros chilenos del encuentro deben tomar una decisión respecto a la factibilidad de jugar el trascendental partido.
Según el pronóstico del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), la abundante lluvia puede venir acompañada de caída de granizo y actividad eléctrica en algunas zonas, con especial referencia a la Capital Federal argentina.
Estas condiciones afectan en forma directa al partido, que tiene programado su inicio para las 17:00. El barrio de La Boca no fue la excepción: empezó a llover apenas pasadas las 7:00 AM de manera intensa, lo que generó inundaciones en las calles linderas al estadio xeneize.
Si la caída de agua no para, podría afectar al campo de juego de la Bombonera y los veedores de la Conmebol, en conjunto con el equipo arbitral encabezado por el chileno Roberto Tobar, podrían optar por postergar el partido entre el local y River; en caso de que consideren que no están dadas las condiciones para el juego.
En un comienzo, la Conmebol informó que se iba a realizar un recorrido sobre el campo de juego de La Bombonera a las 13:00, sin embargo aquella inspección sigue sin hacerse, aunque es inminente. Según lo que informan medios argentinos, el organismo rector del fútbol sudamericano está estudiando la opción de postergar en 2 horas el inicio de la primera final de la Libertadores 2018, de modo que podría comenzar a las 19:00.
