Colo Colo vive un mal momento en 2018, ya lejos de la lucha por el título del Campeonato Nacional y muy complicado en la Copa Libertadores, el Cacique podría quedar sin pan ni pedazo en los próximos 10 días.
Primero, este domingo enfrentará a Universidad Católica en San Carlos de Apoquindo, en la que será su última opción de luchar por el título del fútbol chileno. Y tres días después buscará la hazaña en Brasil ante Palmeiras, donde debe remontar un 2-0 para avanzar a semifinales del torneo continental, único torneo donde han tenido una actuación rescatable de los albos en este año, ya que en Copa Chile fueron eliminados en primera fase por Ñublense, club de la Primera B.
Sin embargo, ambas opciones se ven muy difíciles, ya que el juego del elenco colocolino ha dejado mucho que desear, especialmente en el torneo local donde la campaña ha sido decepcionante. Están sextos con 36 puntos, a 12 unidades del líder UC y han perdido nueve de 23 partidos, en su peor temporada en cinco años. No sólo eso, están a siete puntos de clasificar a la próxima Copa Libertadores, lo que significaría un fracaso tremendo para el club luego de haber alcanzado cuartos de final por primera vez desde 1997.
Mas encima, la continuidad del entrenador Héctor Tapia, quien reemplazó a Pablo Guede en abril, es casi una quimera. La evaluación de su trabajo no es la mejor por parte de la regencia de Blanco y Negro, quienes le cuestionan que no tiene variantes de esquema, el pobre rendimiento en el torneo nacional, el no potenciar a los jugadores jóvenes, además de tener algunos roces con algunos dirigentes, y, por último, no planificar bien la Copa Chile, donde quedaron eliminados a manos de Ñublense en primera fase.
¿Otros motivos de este desastre? Son muchos, los que pasamos a analizar a continuación.
Las razones del pobre rendimiento de Colo Colo en 2018:
- Refuerzos que no aportan: Sabido es que Colo Colo no guarda cuidado en reforzarse para ir por todos los títulos cada año. Sin embargo, el Cacique no ha dado pie con bola con las incorporaciones. Salvo buenos momentos de Juan Manuel Insaurralde y Carlos Carmona, lo de Damián Pérez, Lucas Barrios y, especialmente, César Pinares, ha sido muy bajo, muy lejos de lo que se espera de un volante que, incluso, llegó a la Selección por su rendimiento en Unión Española.
- No hay recambio: Con Héctor Tapia, Colo Colo tiene un grupo de jugadores que son titulares indiscutidos. Pero una vez que ellos no están, se siente mucho su ausencia, especialmente en la fase ofensiva. Lo increíble es que el Cacique tiene en la banca a nombres como Jaime Valdés, César Pinares, Felipe Campos, Nicolás Maturana, Brayan Véjar o Gonzalo Fierro que serían titulares en cualquier club, pero acá no han sido aporte cada vez que ingresaron a la cancha, lo que complica mucho el rendimiento del equipo.
- Falta de gol: En el papel, el Cacique tiene dos enormes delanteros como lo son Esteban Paredes y Lucas Barrios, una dupla temible para cualquier defensa. Sin embargo, ese dúo no logra mucha conexión y no han podido combinarse de buena forma, pese a que Jorge Valdivia es su habilitador. Desde la llegada de Barrios a mitad de año, Paredes no ha marcado goles en la Libertadores, pero en el torneo local anotó seis; mientras que el paraguayo suma apenas tres tantos y una infinidad de ocasiones perdidas que no están de acuerdo con su calidad. Para peor, en la suplencia no hay ningún atacante que pueda suplirlos.
- Plantel veterano en puestos clave: Otro de los graves problemas de los albos es la veteranía del plantel, especialmente en los hombres que son fundamentales. Agustín Orión (37), Julio Barroso (33), Juan Manuel Insaurralde (33), Gonzalo Fierro (35), Carlos Carmona (31), Jorge Valdivia (34), Jaime Valdés (37), Esteban Paredes (38) y Lucas Barrios (33) son los futbolistas que tienen más de 30 años. No hace faltar decidir que todos son muy importantes y salvo Fierro, todos son nombres indispensables para el Cacique y lo peor de todo es que no tienen mucho que los apure detrás.
- El Monumental ya no asusta internacionalmente: En los primeros años de Colo Colo en Macul, el estadio Monumental era un infierno para los rivales extranjeros y sacar un punto desde el recinto colocolino era una hazaña pocas veces vista. Sin embargo, en 2018, esa historia está cada día más lejana, como se ha repetido en los últimos años. En la Libertadores, el Cacique perdió tres de sus cinco partidos, incluyendo una caída increíble ante el modesto Delfín de Ecuador (2-0). También cayó ante Atlético Nacional (0-1) y Palmeiras (0-2).
- Mirar en menos a los rivales: Aunque en el plantel no lo reconozcan públicamente, Colo Colo juega de forma distinta los partidos internacionales y los clásicos en relación al resto de sus rivales. Y en este 2018, eso se ve reflejado claramente en los resultados. Porque si bien, en el torneo local han derrotado dos veces a Universidad de Chile y son los únicos que vencieron al puntero Universidad Católica, han sucumbido ante rivales de muy mala campaña y que están peleando la zona baja como Palestino, Everton, San Luis y Deportes Temuco, mostrando mucha desidia y poco compromiso.
- Problemas dirigenciales: Es innegable que la división en Blanco y Negro afecta seriamente al fútbol de los albos, que van como fuera de la cancha también se juega un partido más complicado que dentro del campo. La lucha eterna entre los bloques Leonidas Vial-Aníbal Mosa tiene al Cacique dividido en dos, hoy la batalla la gana Vial que tiene a Gabriel Ruiz-Tagle en la testera desde abril, sin embargo Mosa ha intentado bloquear su período e incluso impugnó su llegada. El ex ministro se querelló por injurias y calumnias contra el puertomontino, pero la guerra no ha terminado y el próximo año el ex timonel volverá a la carga para retomar el puesto. Por otro lado, en la Corporación también se avecinan elecciones y la pugna por el poder también se está encendiendo.
- Juveniles sin nivel: Otro problema grave en Colo Colo es la promoción de figuras jóvenes al primer equipo, que en la era Blanco y Negro ha sido prácticamente nula. Si bien en la era Pablo Guede aparecieron varios nombres que asomaban como para despuntar como Gabriel Suazo, Iván Morales o Benjamín Berrios, con Tapia han perdido total protagonismo y no han sido factor alguno en esta última etapa. De hecho, Suazo desapareció del equipo, Morales no puede consolidarse, mientras que Berríos, José Aguilera, Carlos Villanueva o Williams Alarcón no logran convencer como para ser considerados, ya que han demostrado que no están listos para asumir la responsabilidad de jugar con la camiseta alba.
- Cambio de técnico: Sabido es que el cambio de entrenador en medio del año es una decisión muy riesgosa. Y vaya que lo sabe Colo Colo, porque Pablo Guede dejó la banca en abril, tras la salida de Mosa como presidente de ByN. Con Ruiz-Tagle llegó Tapia y tomó el plantel armado por el argentino, al que hasta ahora no ha podido sacarle provecho, ya que el juego de ambos es muy distinto. Una situación que ha complicado al ex comentarista del CDF, que parece no tener los intérpretes para desarrollar su mejor juego.
- Con Tapia todo empeoró: Es indudable que, pese a que llegó a mediados de temporada, Héctor Tapia tiene mucha culpa en el mal momento de los albos. Se esperaba que le diera un aire fresco al equipo, pero la tendencia que venía con Pablo Guede se ha agudizado y los resultados del medio local lo reflejan, pues desde que llegó Tito, el equipo tiene cinco triunfos, dos empates y seis derrotas en 13 fechas. Además, fue eliminado por Ñublense en Copa Chile, privilegiando la Copa Libertadores en una cuestionable decisión.