Carlos Ramos lleva casi tres décadas de carrera, fue el primero en completar el particular Grand Slam de haber arbitrado en los cuatro grandes torneos del tenis y tuvo el honor de ser el juez de silla de la final masculina de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012.
Un brillante palmarés que desde el pasado sábado quedó relegado a un segundo plano.
Ese día, su nombre pasó a estar vinculado con la final femenina del Abierto de Estados Unidos de 2018, la que Serena Williams perdió frente a Naomi Osaka en uno de los partidos más extraños de la historia del tenis.
El árbitro portugués estuvo en el centro de la polémica al detonar la ira de la tenista estadounidense Serena Williams, quien lo llegó a acusar de «ladrón» y «mentiroso» durante el partido que perdió frente a la japonesa.
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A la considerada mejor tenista de la historia le pareció injusto que Ramos le diera un aviso por recibir instrucciones desde la grada de su entrenador, Patrick Mouratoglou.
Williams rechazó tajantemente haber hecho trampa y su enfado fue creciendo a medida que transcurrió el partido, con el árbitro portugués como blanco de su protesta.
Luego perdió un punto por su segundo aviso cuando rompió una raqueta y un juego por el tercero, al decirle a Ramos «ladrón».
Este comportamiento además le valió una multa de US$17.000 por parte de la Asociación de Tenis de Estados Unidos (USTA, en inglés).
Fuera de reglamento
El tercer aviso a Williams dejó a Osaka con su servicio y a falta de un juego para ganar el partido, cosa que hizo de manera brillante.
La menor de las hermanas Williams le dio un nuevo giro a su reclamo tras las emotivas y extrañas escenas vividas durante la ceremonia de premiación.
«He visto a otros hombres llamar a los jueces de muchas maneras», apuntó Serena en rueda de prensa.
«Estoy aquí para luchar por los derechos de la mujer, la igualdad femenina y todas esas cosas», afirmó. «Y para mi decir ‘ladrón’ y que él me haya quitado un juego me hizo sentir como si fuera una observación sexista», dijo.
«Él nunca le ha quitado un juego a un hombre porque hayan dicho ‘ladrón'», agregó.
«Voy a seguir luchando por las mujeres y por nosotros. El hecho que yo haya tenido que pasar por esto es solo un ejemplo para la próxima persona que tenga emociones, que quiera expresarse y quiera ser una mujer fuerte».
Las palabras de Williams reabrieron un debate sobre el supuesto doble rasero que hay en el tenis en el trato con las mujeres y los hombres.
«Cuando una mujer muestra sus emociones ella es ‘histérica’ y la sancionan por eso», señaló la 12 veces campeona de Grand Slams Billie Jean King.
«Cuando un hombre hace lo mismo, es ‘franco’ y no hay repercusiones. Gracias Serena Williams por resaltar este doble rasero. Se necesitan más voces que hagan lo mismo».
Sin embargo, otra legendaria tenista, Martina Navratilova, consideró que Ramos actuó de manera correcta y dentro del reglamento.
Para ella Serena está en lo correcto con su mensaje sobre la igualdad, «pero no fue el momento adecuado de sacarlo a relucir».
Estricto
Ramos es considerado uno de los mejores árbitros del circuito, de larga trayectoria y reconocido por ceñirse firmemente al reglamento.
En su historial cuenta con altercados con varios de los mejores tenistas del mundo, como el que tuvo con la mayor de las hermanas Williams, Venus, en Roland Garros en 2016.
Al igual que lo que ocurrió el sábado con su hermana, el árbitro portugués la sancionó por haber recibido instrucciones durante un partido. Venus negó la acusación y le dijo que a sus 36 años siempre había jugado de manera honesta.
El año pasado, el español Rafael Nadal lamentó que había sido tratado injustamente por Ramos luego de que fuera advertido en dos ocasiones de demorarse mucho entre los puntos.
«Lo digo con tristeza, pero es un árbitro que se fija en mí más«, señaló Nadal tras su victoria en un partido de cuarta ronda en Roland Garros.
«También me presionó de haber recibido instrucciones. Le tengo respeto y todo lo que espero es que eso sea recíproco».
Ramos también tuvo diferencias en el pasado con Andy Murray y Novak Djokovic, quien lo acusó de ser inconsistente en sus decisiones.
La presentadora de tenis de la BBC Sue Barker comparte la opinión que ese es un problema que se debe erradicar del tenis.
«He estado muchas veces al lado de la cancha observando hombres despotricando contras los árbitros sin recibir sanciones», resaltó.
Saber si hubo un elemento sexista detrás de lo que ocurrió el sábado es algo difícil de comprobar, al fin y al cabo, Ramos se aferró al reglamento, pero está claro que fue su rigurosidad la que dio pie a la polémica que rodea el tenis desde el sábado.
Y es ese debate el que amenaza seguir creciendo.
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