La lesión de Claudio Bravo cayó como una bomba en nuestro país. Cuando ciertas señales indicaban que podría volver a jugar por la selección chilena en los amistosos de septiembre ante Japón y Corea del Sur en Asia, o en los de octubre frente a Perú y México en Norteamérica, la mala noticia llegó desde Inglaterra.
El Manchester City confirmó que el arquero nacional se rompió el tendón de Aquiles de su pie izquierdo, una de las dolencias más complicadas para un futbolista. El plazo de recuperación depende de varias consideraciones, aunque hay un tiempo de baja mínimo, mientras que el máximo es indefinido.
«No es menor a 4-6 meses, porque hay que cumplir plazos biológicos», explica Julio Botello, especialista de la Clínica Meds. «Primero, tiene que cicatrizar. Después, viene un período de rehabilitación en cuanto a la función, el dolor, la inflamación, la carga y la marcha, todo desde el punto de vista del reintegro deportivo, lo que significan los gestos, la coordinación y los movimientos propios de cada deporte», complementa.
«El mínimo son cuatro meses, normalmente son seis y el máximo es lo que quieras para adelante», prosigue el ex médico de Colo Colo. Es decir, el nacido en Viluco ya no volverá a ver acción en cancha en el 2018.
En cuanto a la veteranía, que en el caso del meta criollo es de 35 años, no es una variable clave. «En un paciente como él, que es un deportista de élite, no debiera afectar, porque tiene una base física importante, que lo va a beneficiar. Tienen que ver otros factores, como la genética, los antecedentes de lesiones previas, de enfermedades crónicas, de medicamentos que pueden producir una enfermedad tendinosa que predisponga la rotura. Es multifactorial, pero la edad no es lo principal», cierra el doctor.
Este jueves, el golero chileno se someterá a nuevos exámenes en Barcelona, según informaron los Citizens. Ahí habría más claridad respecto al futuro del cuidavallas formado en Colo Colo.