La estrella de la NBA, James Harden, protagonizó una pelea en una discoteca de Scottsdale (Arizona) junto a un grupo de amigos, los que fueron retirados del lugar por personal de seguridad.
Las escenas quedaron grabadas por una mujer, que luego acercó la grabación al sitio TMZ, provocando un escándalo mayúsculo para el último MVP (Jugador más valioso) del mejor básquetbol del mundo.
La testigo captó el preciso instante en el que la «Barba» le quitó el celular para que deje de filmar la acción. Luego, la víctima contó que el jugador arrojó el teléfono al techo del club nocturno para que no pueda recuperar el archivo.
Para peor, uno de los acompañantes de Harden le ofreció 200 dólares como recompensa por el teléfono y a continuación el propio astro de los Rockets le acercó otros 300 dólares para evitar mayores problemas. La mujer la aceptó la cifra y luego recuperó su móvil.
La persona indicó a TMZ que Harden le dobló la muñeca para quitarle el artefacto y no grabara nada, incluso que terminó en el hospital debido a la fuerza con la que la atacaron.
«Harden me agarró por la muñeca cuando se percató que lo estaba grabando, incluso me dijo que borrara de mi celular lo que grabé«, expresó.