Marcelo Espina comenzó a trabajar de manera oficial este miércoles como el nuevo gerente deportivo de Colo Colo, puesto que en el último periodo de Aníbal Mosa en la presidencia de Blanco y Negro estaba vacante, pero que con la llegada de Gabriel Ruiz-Tagle se convirtió en una de las prioridades de la institución.
Espina, de 51 años, dejó la cadena televisiva internacional ESPN en la que estuvo durante ocho años para regresar al lugar que considera su casa y donde viene con grandes ambiciones. El Calamar quiere apoderarse de un desperdiciado cargo, donde sus antecesores (Juan Gutiérrez y Óscar Meneses) no dejaron una buena imagen.
El ex capitán de los albos viene con una idea clara: comenzar a pavimentar los cimentos para el centenario del club en 2025. En ese marco, varias serán las tareas que tendrá Espina, pero ya dejó en claro en que «vamos a tener una política deportiva desde el primer equipo hasta las divisiones menores. Que exista una relación y diagramar un poco mejor los planteles, sobre todo los del primer equipo, ya que me parece que es demasiado abultado y eso lo tenemos que corregir para el próximo año«.
Además, otro de los grandes desafíos del ex Platense es poder «forjar entrenadores para que asuman en el primer equipo y me gustaría que fuéramos un club que tenga sus propios entrenadores para asumir en el primer equipo«.
Las funciones que le esperan a Espina
El propio ex volante adelantó que dividirá sus funciones en Colo Colo. Primero estará presente en cancha donde observará el trabajo del primer equipo y de las divisiones menores, y luego en oficina para comenzar a delinear el plantel para el 2019.
Las renovaciones de Agustín Orión, Julio Barroso y Gonzalo Fierro, son otras de las grandes tareas que tendrá durante sus primeros meses. Por lo mismo, Espina estableció un trabajo arduo donde asume que será el mediador entre el presidente y el entrenador del primer equipo.
Espina ya comenzó a trabajar y no ocultó su alegría en volver al lugar que lo elevó a la categoría de ídolo del club más ganador del país entre 1995 y 2004, año de su retiro.
¿Cumplirá y dejará una huella en su retorno? Eso se verá una vez finalizado su contrato, el que se extiende por tres años.