La Alemania campeona del mundo está en crisis, tras su derrota inicial en el Mundial de Rusia 2018 ante México, el cuadro germano no vive un buen presente y los rumores de un mal ambiente en el equipo están más presentes que nunca.
De hecho, antes del duelo con Suecia de este sábado, el Sport Bild señaló que en el plantel hay algunas facciones que tienen dividido al conjunto que supo ganar la Copa del Mundo Brasil 2014.
Uno es denominado la «pandilla Bling-bling» que es liderado por Mesut Özil, Sami Khedira, Jérôme Boateng y Julian Draxler. El otro es de los bávaros, conformados por hombres del Bayern Munich como Manuel Neuer, Mats Hummels, Thomas Müller y Toni Kroos (hoy en Real Madrid, ex Bayern).
El primer grupo reclama la ausencia de Leroy Sané, que según ellos fue influenciada por los bávaros hacia el entrenador Joachim Löw. De hecho, en Alemania cuestionaron mucho la decisión del DT de dejar al hombre del Manchester City fuera del equipo, pese a que el técnico aseguró que se debía a un hecho táctico y porque para él estaban Draxler y Marco Reus más preparados para esa posición.
Además, las críticas a Özil por su aparición con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan junto a Ilkay Gundogan, lo que generó una ola de cuestionamientos al jugador del Arsenal. Algunos pidieron su salida del equipo e incluso ambos jugadores fueron pifiados por los hinchas germanos en los duelos previos al Mundial.
Löw ha descartado todo tipo de disputas en el equipo, pero los malos resultados reciente han reavivado esta polémica, e incluso nombres como Müller han confirmado que el equipo no lo pasa bien.
«No hay mayores problemas, confío ciegamente en este grupo de jugadores, ellos no se van a destruir por un solo partido (como el de México). No podemos poner en duda su calidad, creo que los mínimos detalles deciden todo, tenemos que ser más precisos y contundentes ante Suecia«, dijo Löw antes del partido.
En Alemania, no todo está bien.
