El buen momento por el que atraviesan los tenistas nacionales Nicolás Jarry (61º del ATP) y Christian Garín (232º), tiene ilusionado al capitán del equipo chileno de Copa Davis, Nicolás Massú, de cara a la próxima serie ante Argentina. Las fuertes alzas en el ranking y en su juego en el circuito, han hecho que que la ilusión de ganar crezca en el ambiente del deporte blanco nacional, tal como relata el ex capitán del equipo nacional, Patricio Cornejo.
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Para «Corazón de chileno», siempre existen oportunidades de ganarles a los trasandinos, tal como él y su equipo lo hacía en el pasado. Recordando las victorias frente al histórico ex número dos del mundo, Guillermo Vilas, y el triste episodio de los sillazos en abril del año 2000 en el Parque O’Higgins, Cornejo anticipa lo que será un nuevo clásico tenístico de Sudamérica.
En el grupo de Jarry están Gonzalo Lama, Christian Garín… ¿Cree que ellos devuelvan a Chile al Grupo Mundial?
Ahí estamos hablando de un equipo y no de una sola persona, ésa es la cuestión. En un momento Ríos estuvo solo y de ahí aparecieron Massú y González, pero no alcanzaron a juntarse en sus mejores momentos. Entonces, me parece que ahora Garín debería ser el otro hombre, por edad, porque es menor que Jarry. No lo he visto jugar, pero está a tiempo y ojalá despierte y finalmente pueda encontrar el camino correcto para tener buenos resultados. Para eso hay que sincerarse, trabajar en lo que te cuesta más y ver dónde aprieta el zapato. A Garín no sé qué le pasa, yo esperaba un poco más de él hace un buen rato, luego de que le fuera bien en Roland Garros junior. Mira dónde está Zverev (Alexander, 5º, a quien le ganó esa final en el 2013). Pero está a tiempo.
¿Usted, como el mítico «Corazón de chileno», le ha dado algún consejo a Massú y Ríos para su capitanía en la Davis?
No. O sea, al final, los que ganan los partidos son los que entran a la cancha. Uno puede aconsejar mucho, pero tiene que conocer bien al jugador y saber qué puede o no puede hacer. Una vez alguien me dijo «hazle más saque y volea a tus jugadores», pero ellos no eran especialistas en eso, así que cómo los iba a obligar yo. Eran jugadores más de fondo, era tirarlos al fracaso. Hay que apoyar al jugador, conocer a los rivales y cómo se juega de visita, son un montón de cosas. El tenis es egoísta, porque a veces pide todo y no da el fruto que debía dar. Es importante que estén los dos ahí, porque es símbolo de motivación y de experiencia, porque saben mucho e hicieron algo grande en el tenis chileno. Ojalá los jugadores sumen su experiencia en la cancha.
Ahora el rival es Argentina, un equipo al que Chile enfrentó en el 2000 con usted como capitán y los recordados «sillazos». Imagino que no tiene un buen recuerdo de eso…
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Exacto, lamentablemente se armó un lío tremendo ahí. Pero el pasado es pasado y hay que olvidarse de eso y mirar para delante nomás, porque si vamos a empezar a encontrar culpables, debe haber habido más de uno ahí. Cada uno tiene su opinión y mira las cosas desde diferentes puntos de vista. Argentina siempre ha sido un rival complicado, pero Chile igual le ha ganado aquí y allá.
Usted jugó contra Argentina por la Davis…
Sí, yo le gané a (Guillermo) Vilas aquí y allá, en la Copa Davis que jugamos en Buenos Aires, cuando Vilas era 2º del mundo (N. de la R.: En cinco sets en 1973: 11-13, 6-1, 9-7, 3-6 y 6-1, en una serie que Chile ganó 3-2) y había ganado un Masters en Australia. Entonces, yo creo que Chile podría ganarle a Argentina y hay que pensar que se puede ganar, uno no va a buscar sólo un «buen» resultado. Argentina y Brasil han sido rivales complicados, pero hay que salir adelante. Estoy pensando en ir a San Juan, veré cómo lo hago.