Todo se resolvió en menos de 24 horas. Por la mañana, Carlos Espinosa sorprendía despidiéndose del plantel de Universidad Católica, tras dos años y medio en la precordillera donde sumó un bicampeonato y una Supercopa, obligado al verse relegado en el nuevo ciclo de Beñat San José.
Y por la noche estampó su firma como flamante refuerzo de Curicó Unido, cuadro en el que ya estuvo en el 2006 cumpliendo una buena campaña en el retorno a la Primera B, después de 15 años en la tercera categoría. De hecho, consiguió su mejor cuota goleadora en un club, con 11 tantos en 30 partidos.
Pablo Milad, presidente de los Torteros, confirmó el fichaje del volante, quien presenta un largo recorrido por elencos nacionales, con pasos también por Cobreloa, Palestino, Deportes Melipilla, Rangers, Cobresal, Barnechea, Coquimbo Unido y Huachipato. El Orgryte de Suecia y el Lyubimets de Bulgaria completan su trayectoria.
«Estamos contentos con su llegada, porque lo conocemos desde hace muchos años. Él se siente identificado con estos colores y es muy querido por la hinchada«, celebró el timonel del conjunto curicano en conversación con El Gráfico Chile.
«Tenemos muchas esperanzas puestas en él, porque es un jugador que mueve un equipo y que lo proyecta. Es lo que nos falta para pegar el despegue, nos va a dar un plus», cerró el mandamás.
Carlos Espinosa se sumará este martes a la disciplina de Luis Marcoleta y su vínculo será por dos años.