«Durante demasiado tiempo me he preguntado a mí misma ‘¿Fui demasiado ingenua? ¿Fue culpa mía?‘ Ahora sé la respuesta a esas preguntas. No. No, no fue culpa mía. No, no voy a cargar con la culpa de Larry Nassar, la USAG y otros». Con estas palabras la gimnasta estadounidense Simone Biles, cuatro veces campeona olímpica, denunció abusos sexuales por parte de Larry Nassar, ex médico de la selección de gimnasia de Estados Unidos.
Tras varios meses de investigación y siete días de duros testimonios de las víctimas, Nassar fue sentenciado a pasar hasta 175 años en la cárcel por los múltiples casos de acoso y abuso sexual en el ambiente deportivo. Simone Biles es una de las últimas de las víctimas que alzó la voz y que tomó valor tras las denuncias previas de las también medallistas de los Juegos Olímpicos Aly Raisman, Gabby Douglas y McKayla Maroney, integrantes del histórico equipo de gimnasia que fue denominado «Fierce Five». Además, entre las medallistas olímpicas abusadas también está Jamie Dantzcher, bronce en Sydney 2000
Antes de la sentencia, en el Tribunal de Michigan desfilaron más de 150 niñas quienes dieron su versión de los abusos. Uno de los relatos más crudos estuvo a cargo de Maroney quien sostuvo: «Creí morir aquella noche. No es un médico, es un pedófilo. Me ha dejado cicatrices mentales que no desaparecerán jamás».
Jamie Dantzscher, otra de las abusadas entre los 13 y 14 años, fue aún más allá y recordó algunos de los momentos en que se dieron los abusos. «Me estaba por dar un masaje y me pidió que no usara mi ropa interior. Y empezó a ir más y más hacia mis zonas íntimas. Pensé que algo estaba mal pero no sentía que era capaz de decir nada porque él era un doctor muy reconocido y yo era muy afortunada de que me atendiera«, comentó Dantzscher quien hoy ya tiene 34 años.