La selección chilena estuvo 12 años sin participar en un Mundial hasta que Marcelo Bielsa la llevó a Sudáfrica 2010. En la fase de grupos, la Roja se topó con su similar de Honduras, al que derrotó por un ajustado 1-0. A los Catrachos los dirigía un tal Reinaldo Rueda, quien los clasificó a una Copa del Mundo tras 28 años de ausencia. Las vueltas de la vida, el capitán de ese equipo, Amado Guevara, el segundo jugador con más presencias con la camiseta de ese país, compara al Loco con el colombiano que está por llegar a la banca nacional.
¿Qué recuerdo dejó Rueda en Honduras?
Muchos, porque con el profe se logró algo que se estuvo buscando 28 años. Cuando vino, conformó un buen grupo, y junto a su cuerpo técnico, hizo un gran trabajo con nosotros. Y el sueño se hizo realidad.
¿Y como persona?
En Honduras hay mucho cariño y respeto hacia él, mucha admiración, por la calidad de persona que es y por todos los principios que nos fue inculcando a lo largo de todo ese tiempo.
Incluso le dieron la nacionalidad por gracia…
Es que el profe trascendió de tal manera, que todos esos reconocimientos fueron bien ganados y merecidos.
¿Cómo describirías a Rueda como entrenador?
Exigente en su trabajo, pero al mismo tiempo entendible. Lo táctico lo trabaja de una manera muy limpia y ordenada, y va cubriendo cada detalle. Con nosotros, por ejemplo, a medida que nos iba conociendo, iba fortaleciendo nuestras debilidades. Eso llevó a que Honduras se uniera de buena manera y gracias a Dios, conseguimos la clasificación. Todo esto, aparte de la disciplina. Es una persona que primero da el ejemplo para exigirla. En ese sentido, nos exigía respeto en cada una de las concentraciones, sobre todo porque éramos una representación nacional.
Se ha dicho que el camarín chileno está quebrado justamente por algunas indisciplinas. ¿Rueda aceptaría algo así o a la primera chao?
No, el profe es muy respetuoso y primero a uno lo ve como persona, para luego verlo como jugador. Eso es algo que se gana, la comunicación es bastante importante, y ayuda para que uno pueda responderle y tratar de no incurrir en ese tipo de indisciplinas. La selección chilena va a estar en muy buenas manos.
O sea, si un seleccionado chileno se manda un “condoro”, como decimos acá, no lo va a cortar al tiro…
No, el profe habla. Él va a poner sus reglas. Yo tuve la bendición de ser el capitán de su selección y él hablaba mucho conmigo, y tuvo la colaboración de nosotros para tratar de cumplir a cabalidad lo que era la disciplina.
¿Cómo es su manejo con los líderes?
En ese aspecto, él tiene buena comunicación con todos, pero a los líderes les da sus responsabilidades, el lugar que les corresponde, y disfruta de esa buena comunicación. Cuando lo conozcan, van a compartir con una gran persona, con principios.
¿Se gana a los camarines pesados, entonces?
Se hace respetar, eso sí. En ese aspecto, es muy cuidadoso, en el respeto del camerino, del jugador hacia el cuerpo técnico y viceversa.
Hablando más de lo futbolístico, ¿con qué entrenador se podría comparar a Rueda, para tener una referencia?
A lo largo de mi carrera tuve varios entrenadores de muy buen nivel, pero compararlo es bien difícil, porque él tiene su propia filosofía y metodología. Las comparaciones no me gustan, pero sí le puedo decir que es muy dedicado, que los entrenamientos son de manera ordenada, y que dependen de la necesidad que la selección tenga y del rival a enfrentar. Es bien cuidadoso y metódico a la hora de hacer su trabajo.
Ustedes jugaron en el Mundial de Sudáfrica contra el Chile de Bielsa, quien provocó una revolución acá. ¿Rueda podría hacer algo similar?
Sí, yo creo que sí. Créame que el profe conoce la calidad del jugador chileno, no sólo en la selección mayor, sino en las diferentes categorías. Tratará de hacer lo que hizo Bielsa, eso no será ningún problema, o, incluso, mejorarlo.