Jorge Sampaoli está en el ojo del huracán y su polémica está muy alejada de las canchas. Los problemas del técnico no se generaron por una convocatoria de la selección de Argentina o un mal resultado, sino que fue por un cruce que tuvo con policía tras un control de tránsito.
En la madrugada del domingo 24 de diciembre, el ex DT de la selección chilena volvía del matrimonio de su hija Sabrina cuando el automóvil donde se trasladaba fue detenido por la policía en la ciudad santafesina de Casilda, su zona natal. Al percatarse que en el vehículo viajaban más personas de lo permitido, los efectivos policiales pidieron disminuir el número de pasajeros para evitar cualquier incidente.
Fue ahí cuando Sampaoli perdió el control y encaró a las autoridades con una frase que causó polémica, indignación y muchos cuestionamientos: «me hacés caminar dos cuadras, boludo. Cobrás 100 pesos por mes, gil (sic)», lanzó el argentino. Luego, quienes lo acompañaban, tuvieron que frenarlo para que el incidente no pasara a mayores. El episodio se difundió rápidamente por redes sociales y Jorge Sampaoli rápidamente se tomó todas las portadas de los medios argentinos. Y también los cuestionamientos por su despectiva actitud contra los policías que realizaron el control de tránsito.
«Papelón», por ejemplo, fue el calificativo que utilizó Crónica para describir el descontrol del técnico de la selección de Argentina, mientras que Olé tituló «se fue de boca» y en Todo Noticias (TN) fueron claros para hablar de «agresión» contra los policías. La Nación, en tanto, tachó de «vergonzoso» el episodio protagonizado por el casildense.
Y fue este último medio, La Nación, quien criticó con dureza a Sampaoli y le dedicó dos columnas donde lo llaman a ofrecer disculpas por su actitud. «En países que funcionan de forma diferente a la Argentina, Jorge Sampaoli sería hoy ya un desocupado. Son sociedades en las que las figuras públicas se benefician de su status siempre que acepten una carga implícita, la de dar el ejemplo», señala Sebastián Fest en su escrito «Sampaoli no tiene alternativa: debe una explicación clara y una disculpa sincera».
«La infausta frase revela una mirada del mundo inaceptable. No se la puede permitir el fútbol argentino, mucho menos la sociedad argentina (…) Pero la frase de Sampaoli es inquietantemente inequívoca: como el agente no hizo lo que él esperaba, el técnico de la selección optó por denigrarlo tirándole en la cara todo su poder y superioridad económica. Eso no habla bien de él, uno de los hombres más importantes e influyentes del país. Cualquiera que dirija la selección lo es», agrega.
Claudio Cerviño, en tanto, escribió también en La Nación una columna titulada «la reacción más insensible y poco doctoral de Sampaoli«, donde es claro para criticar al técnico y su doble estándar tras el discurso que constantemente se encarga de pregonar.
«Para quien se esmera en su dialéctica, hasta con ingenio, en sus contactos con los medios, la reacción no fue la mejor. En su círculo familiar, el episodio fue considerado como «un hecho menor». La reacción, con frases llamativas, tienen mucho más que ver con su clásica energía al borde del campo de juego que con las tesis doctorales que brotan de su discurso. Lo peor, en todo caso, es el contenido. Ese «cobrás cien pesos por mes» dicho despectivamente, amparado en un diferente estatus económico de quien firmó un contrato por casi dos millones de dólares anuales con la AFA. Llamativo sobre todo porque muestra un Sampaoli alejado de la sensibilidad social, algo que siempre se preocupó por transmitir y que hasta generó mucha adhesión a nivel político», señala.
«El deportista muchas veces no quiere ser tomado como ejemplo, pero esencialmente lo es. No es una persona más, un anónimo. Una ley que también le cabe a un seleccionador nacional de fútbol», concluye.
Las críticas para Jorge Sampaoli no paran y no pararán.