Fernando Elizari tuvo un mal paso por Rancagua. Tras la partida de Pablo Hernández al Celta, O’Higgins buscaba un jugador que pudiera llenar el gran vacío dejado por el Tucu, pero el volante proveniente de San Lorenzo estuvo lejos de cumplir con las expectativas.
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Sin embargo, su etapa en la Ciudad Histórica igual dejó huella, ya que mientras se desempeñaba en la Sexta Región lo vino a visitar su primo, un tal Gabriel Milito. Desde entonces, el ex defensa y la directiva minera forjaron una relación que hoy lo tiene como el DT del equipo.
“Esa vez conoció el Monasterio y a nosotros, y empezó la amistad. En un par de ocasiones nos reunimos en Buenos Aires a conversar de fútbol. Ahora coincidieron las ganas de él de dirigir y nuestra necesidad de un técnico”, explica Cristián Abumohor, vicepresidente de los celestes.
“Lo venimos siguiendo hace harto tiempo, pero anteriormente los momentos no se habían dado. En esta ocasión calzaron”, complementa el dirigente.
El sobrino de Ricardo espera aprovechar el prestigio de Gaby para potenciar a la institución. “Estando él dirigiendo al club, vamos a poder hacer cosas. No lo tengo claro todavía, pero seguramente podremos forjar relaciones importantes a nivel internacional”.
“Me siento muy orgulloso de que él haya aceptado un desafío como éste, entendiendo que no es fácil. Tomar un proyecto en Chile, por su capacidad y la figura que significa, me enorgullece mucho”, cierra el vice del Capo de Provincia.
Gabriel Milito asumirá el lunes sus funciones.