Horas de incertidumbre viven en Naval. La participación de los choreros en la Segunda División Profesional quedó en el aire luego que los dirigentes cancelaran fuera de plazo la cuota obligatoria de 30 millones de pesos que la ANFP exigía como garantía.
Ahora, será el directorio el que decidirá qué hacer con Naval. En Quilín deberán revisar la validez del documento emitido por los choreros vía correo electrónico y que llegó a la sede del organismo a eso de las 18:15 horas del miércoles, quince minutos más tarde de lo permitido.
Pese al atraso del pago, en el conjunto de Talcahuano se defienden. «Ingresamos un documento al que todos equipos, nosotros lo hicimos a las 18:15 horas», explica Gilberto Araya, gerente general de los choreros.
Respecto a los trascendidos de una supuesta desafiliación, los sureños descartan de plano este escenario. “En ningún caso nos vemos fuera, para nada. Si me van a penalizar por 15 minutos que la ley sea apegada para todos por igual. Además en las bases se habla de un vale vista o garantía, no de un cheque”, argumenta Araya.
«Espero que prima la cordura. El directorio está en aras de sacar esta división adelante. Nosotros cumplimos con lo que pidieron. Hicimos el intento por rebajar la cuota, pero el directorio nuestra petición», cerró el dirigente.
