Gracias Generación Dorada. La selección chilena lo dio todo, pero no pudo ante la efectividad de Alemania y cayó por 1-0 en la final de la Copa Confederaciones. En un partido caliente, los campeones del mundo aprovecharon el único error nacional para celebrar.
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Furioso. Así empezó a jugar la final la Roja, no respetó nada al campeón del mundo, muy diferente a los dos partidos por el título de América ante Argentina, donde salió a especular. En San Petersburgo todo era del equipo de Pizzi.
A los 2′ Alexis mandó un derechazo desviado. En los 5′ Charles Aránguiz llegó hasta al área chica de Ter Stegen, aunque no pudo definir. A los 13′ probó de media distancia. Los bicampeones eran una tromba, pero el gol no quería aparecer.
La mejor de Chile estuvo en los pies de Sánchez. Vidal le pegó fuerte desde lejos, Ter Stegen dio rebote y el Niño Maravilla quedó con la opción en el área menor, aunque increíblemente pifió. Tras ello vendría la jugada más triste del partido para nosotros.
En los 20′ Marcelo Díaz cometió un error infantil en la salida, Werner lo apretó cerca del área de Bravo y se fue en demanda del arco, ahí la alargó para Lars Stindl, que sólo tuvo que empujar el balón para abrir la cuenta.
El gol le pegó duro a los criollos, que bajaron el nivel, aunque seguían jugando mejor. Sin embargo, poco a poco los germanos llegaban a la puerta defendida por Bravo. Draxler era protagonista. Díaz se perdió tras su grosero error. Se fueron a descansar con la ventaja mínina los europeos.
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Complemento caliente
La segunda parte tuvo de todo. Chile seguía presionando, buscaba por todos los medios el empate. Pizzi sacó a un perdido Díaz y se la jugó con Leonardo Valencia. Cambio ofensivo que le dio mayor peso al ataque nacional.
La Roja quería, mas no podía. En un contragolpe alemán volvió a ser protagonista el VAR. Gonzalo Jara le pegó un codazo a Werner, el árbitro serbio no lo vio, los de arriba sí… era roja, pero decidieron ponerle amarilla al nacido en Hualpén. Puro nerviosismo.
Macanudo miró a la banca y dijo «me la voy a jugar toda». Ángelo Sagal y Edson Puch fueron al terreno de juego, en busca de un milagroso empate que mandara todo al alargue. No caía el gol, no quería caer.
El ahora ex jugador de Huachipato estuvo a un paso de convertirse en héroe. Puch luchó una pelota con Ter Stegen, la ganó y la mandó atrás para el zurdo, aunque se puso nervioso Sagal y la tiró a las nubes desde el área chica y sin arquero. Esa era.. no fue.
En los descuentos Alexis le pegó con el alma en un tiro libre, iba para adentro, pero Ter Stegen mostró toda su clase para despejar.
La Generación Dorada no pudo con el poderío alemán. Gracias por todo muchachos, a dar vuelta luego la página y pensar en la clasificación al Mundial. En un año más habrá revancha en Rusia y ojalá esté la Roja de nuevo ahí…
Así vivimos el minuto a minuto
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