Los fuertes insultos de Lionel Messi a los jueces de línea en el partido que Argentina se impuso por 1-0 contra Chile tuvieron repercusiones y la comisión arbitral de la FIFA tomó cartas en el asunto realizando un expediente disciplinario que fue dado a conocer por los medios argentinos.
El documento filtrado por el periódico deportivo Olé demuestra que el mejor jugador del mundo será juzgado bajo el artículo 57 del código disciplinario, que en la letra «a» del artículo 77, permite sancionar a un futbolistas por faltas graves “que no hubiesen sido advertidas por los oficiales del partido”.
El expediente señala en sus líneas la acusación contra el volante: «El jugador Lionel Messi habría utilizado palabras injuriosas«, además de complementar con la justificación por parte del cuerpo arbitral de no haber consignado los insultos: «La conducta antes descripta… no fue advertida por los oficiales del partido».
Según el medio deportivo, los jueces no escucharon o no entendieron las fuertes palabras de Messi, tal como lo expresó Emerson Carvalho, primer asistente en el encuentro jugado en el Monumental de River:»Después de que pitase una falta cometida por Messi, que estaba junto a mí, al final del partido, vi que se quejaba contra dicha falta levantando sus manos y diciendo algo que en ese momento no entendí».
Armando Pérez, presidente de la comisión normalizadora que controla el fútbol argentino, comentó a La Tercera la posibilidad de una sanción contra Bolivia, lo que abrió las especulaciones: “Si se comportó fuera de lugar, debe ser sancionado como cualquier otro jugador. No porque sea el mejor jugador del mundo debe tener un trato distinto (…) Me parece que está dentro del reglamento que se investigue. Por algo están pidiendo antecedentes. Todo lo que está dentro del reglamento, debe cumplirse», aclaró.
En Argentina ya se habla de una rápida sanción para el jugador con la idea de apelar y poder tenerlo en el partido de la décimo quinta fecha ante Uruguay. Las dudas continúan en toda Sudamérica, mientras el recuerdo de casos como el de Jorge Valdivia, cuando fue suspendido por cuatro partidos contra Uruguay en Montevideo, alimenta las especulaciones en torno a una sanción que podría ir desde los dos a los 4 encuentros.
