El pasado 7 de diciembre la vida de Carlos Soto dio un giro radical: tras 18 años al mando del Sindicato de Futbolistas Profesionales de Chile, los jugadores votaron para sacarlo de la presidencia del organismo. Su puesto fue tomado por el jugador de Deportes Colchagua, Gamadiel García, quien sacó 685 votos de los 917 posibles.
Ante este escenario, Carlos tuvo que aceptar el puesto de director al interior de Sifup. Desde ese lugar ha intentado a ayudar a Gamadiel, Luis Marín y Fernando Burgos, quienes se integraron al organismo en esta última votación. «Hace muchos años no teníamos movimientos en el Sifup por lo que recién nos estamos acostumbrando a traspasar la información al nuevo presidente; en eso intento ser el nexo«, sentencia el ex timonel.
Me he sentido tranquilo en todo sentido, aceptando la voluntad de los jugadores sin ningún resentimiento
En la nueva vida de Carlos Soto se acabaron los llamados a altas horas de la madrugada, las entrevistas ante los medios y los problemas ajenos que le quitaban el sueño. Por ahora, su única preocupación es finalizar su carrera de Derecho, la cual le ha costado más de 10 años terminar debido al alto ritmo de trabajo que tenía con el sindicato.
«Me he sentido tranquilo en todo sentido, aceptando la voluntad de los jugadores sin ningún resentimiento. Ahora estoy haciendo mi práctica en la Corporación de asistencia judicial de Peñalolén y espero en junio estar jurando como abogado ante la Corte Suprema. ¿En qué sector del derecho me quiero desempeñar? Me gustaría aplicar el derecho deportivo en Chile, el cual no está muy desarrollado», sostiene Soto a El Gráfico Chile.
Con respecto al trabajo que ha realizado Gamadiel García y su nuevo staff durante estos meses, el ex defensa de Deportes Temuco lo analiza desde un punto de vista positivo. “Los veo entusiasmados, con el ímpetu que se necesita en esto. Van a requerir tiempo para conocer la problemática completa porque cuando uno es jugador activo, se tiene una visión totalmente distinta. Mi deber es transmitir todo lo aprendido y que ellos puedan seguir en la línea de defender los derechos de los jugadores”, sostiene el actual dirigente.
Su gran autocrítica al mando del Sifup: El recordado «Bautizazo»
“Lamentamos profundamente que el señor Claudio Borghi haga afirmaciones como las que ha vertido, especialmente considerando que en ciertas ocasiones se ha apartado de criterios profesionales durante el actual proceso”. Esta frase fue uno de los puntos que tocaron los cuatro de los cinco seleccionados nacionales marginados de la selección nacional en 2011 por el polémico «Bautizazo».
Luego de una noche de fiesta, Jorge Valdivia, Jean Beausejour, Gonzalo Jara, Carlos Carmona y Arturo Vidal (se fue de inmediato a Turín y no participó de la polémica conferencia de prensa) arribaron a Juan Pinto Durán con 40 minutos de retraso a la concentración y en un «estado inadecuado e indefendible», según el técnico Claudio Borghi.
Lo que a mí no me gustó nunca y lo sigo pensando hasta ahora, fue la descalificación a Claudio Borghi.
Tras ser marginados de la Selección, el Sifup intentó ayudar a los jugadores y ofreció un comunicado donde se daba a conocer el punto de vista de los jugadores. A pesar de que han pasado cinco años de ese episodio, Carlos Soto todavía no lo olvida. Tanto así que cuando se le pide hacer una autocrítica de su estadía en el Sifup, nombra esa conferencia de inmediato.
“Para el ‘Bautizazo’ se redactó ese texto con el apoyo de los abogados, los jugadores y sus respectivos representantes. Lo que a mí no me gustó nunca y lo sigo pensando hasta ahora, fue la descalificación a Claudio Borghi. No estuve de acuerdo, pero me la tuve que comer no más. Esa situación es el fiel reflejo que a veces uno tiene que poner el pecho a las balas no más; tienes que tomar decisiones que muchas veces te producen un contrasentido con tus valores», confesó Soto.
El polémico paro del 2016: «Siempre velamos por el bien colectivo»
Uno de los momentos más complicados que vivió Carlos Soto en las últimas temporadas a cargo del Sifup fue el paro nacional que afectó al fútbol chileno en la previa del inicio del Torneo de Apertura. La molestia de los futbolistas se debía a la decisión que tomaron los presidentes de los clubes, los cuales resolvieron que no hubiese descenso desde la Primera B a la Segunda División Profesional y sólo uno desde la Primera División.
Tras varios días de tira y afloja, las conversaciones con la ANFP llegaron a buen puerto y se reanudó el fútbol. Carlos Soto revela cómo vivió ese momento: “Lo que hicimos fue ampliar la mesa directiva y que los futbolistas pudieran ver cómo se llevaba a cabo una negociación; por eso estuvo presente Nicolás Peric, Luis Marín, Johnny Herrera”, explica el ex presidente del sindicato, quien aprovecha la oportunidad para defenderse de las críticas que hicieron algunos futbolistas tras el paro, los cuales afirmaron que no todos salieron beneficiados con la negociación de Soto.
«Si repercutió en la relación que tenía con los jugadores pasa a segundo plano; nuestra directiva siempre veló por el bien común, no en el personal. El real sindicalismo tiene eso, se hace política pero no partidista«, afirma con de forma contundente el ahora estudiante.
Para finalizar, el ex presidente del Sifup, sostiene que el paro nacional del año pasado fue un punto de quiebre para que jugadores se hicieran parte del Sindicato y entendieran lo importante que es ir a las urnas. «El grado de participación que tuvieron en esta última elección fue increíble; votó un 97% de los posible. Ese es el grado de compromiso que tienen los jugadores hoy en día. Me quedo con una satisfacción importante porque pudimos meter el sindicalismo al fútbol nacional», concluyó Carlos Soto.