«Nadie nos quita el sueño de ir al Mundial», decía Héctor Robles antes de viajar a Ecuador para jugar el Sudamericano Sub 20. «Tenemos las armas para conseguir el objetivo», añadía días antes. La verdad es cierta es que nade se eso se vio en este torneo.
Chile no mostró nada en el certamen y no sólo no clasificó a la fase final que daba cuatro cupos al Mundial de Corea del Sur, no ganó ningún partido en el campeonato.
La Roja de Robles cayó por 1-0 ante Colombia y se despidió sin pena ni gloria del certamen. Fracaso total de una generación que estaba segura de pelear por no sólo ir a la Copa del Mundo juvenil, también de disputar el título.
«Estamos convencidos de que podemos ganar el título», dijo el adiestrador de esta selección en diciembre. Nada de eso se vio en Ecuador. Fue un equipo cegado, sin ideas y sin fortaleza mental para superar los malos momentos. Y eso mismo ocurrió este jueves ante los cafetaleros, que golpearon de entrada gracias a un gol de Ever Valencia (5′), que definió ante la pobre zaga nacional.
El resto del partido estuvo casi de más, porque el final parecía anunciado. La Roja, sin muchas ideas, intentó cambiar la historia, pero jamás mostró argumentos para hacerlo.
El esfuerzo de un incansable Francisco Sierralta -por mucho el mejor de Chile en el torneo, pese a su expulsión en el último minuto por doble amarilla- no fue suficiente, pese a que estuvo muy cerca del gol en dos ocasiones. Pero Colombia, que reguló el partido, tuvo sus chances y perfectamente pudo anotar otro tanto.
Una triste despedida de la Selección en el Sudamericano Sub 20, que en los últimos años ha vivido una pesadilla tras otra, demostrando que el fútbol joven en nuestro país necesita una reestructuración total para ser competitivos en el continente. Una tarea que debe comenzar ahora.