La fiscalía de Bastia anunció este miércoles la apertura de una investigación por «incitación al odio racial» después de que un hincha admitiera ante el club galo que hizo gritos de mono contra el futbolista Mario Balotelli (Niza) en el partido del pasado viernes.
El hombre, de unos cuarenta años según las explicaciones del Bastia este miércoles, se autoinculpó el martes después de un llamamiento realizado el lunes en los medios de Córcega, mostrando las imágenes del incidente.
«Lamentando su actitud y consciente de las repercusiones», según el comunicado del Bastia, el aficionado reconoció «ser autor de los gritos» y por ello se le notificó «la desactivación inmediata de su abono, así como una prohibición general de acceso al estadio de Furiani».
El incidente de carácter racista se produjo el viernes, en el Bastia-Niza (1-1) de la 21ª jornada de la Ligue 1.
Balotelli, internacional italiano de origen ghanés, acusó a los hinchas de Bastia de insultarle con «gritos de mono».
«¿El racismo es legal en Francia? ¿O sólo en Bastia?», se preguntó Balotelli el sábado en su cuenta de Instagram.
La Liga de Fútbol Profesional (LFP) condenó «con firmeza» los hechos y confirmó este miércoles a la AFP «la apertura de un dosier» por parte de su comisión de disciplina, en el que se examinarán «todos los incidentes» y comparecerán los dirigentes del Bastia.