El Gráfico Chile
Una de las gratas sorpresas de la Copa América Centenario para Chile fue el delantero José Pedro Fuenzalida. El Chapa se fue ganando la titularidad en la Roja de a poco, terminó jugando una buena final frente a Argentina y levantó otro título para su largo palmarés que lo ha hecho ser denominado el «amuleto» de cada equipo.
Fuenzalida, además, venía con el «gustito» de dar vueltas olímpicas y a granel. A saber: salió campeón con el Cacique, con Boca Juniors, estuvo en el plantel que ganó la Copa América para Chile en 2015 y hace poco celebró el ansiado título de la Universidad Católica en el torneo de Clausura 2016.
El diestro se fue del Monumental en 2014, año en que el equipo que dirigía Héctor Tapia alzó la esperada estrella 30 en el Torneo de Clausura. Chapita fue titular en el equipo de Tito, y pudo alcanzar su segundo título como profesional, puesto que en 2005 había celebrado con la Católica de Jorge Pellicer.
Se fue a otro grande, pero de Argentina. En La Ribera no tuvo continuidad. Fue utilizado como lateral derecho y marcador de punta izquierdo. En un año y medio jugó un total de 36 partido y celebró el título local de 2015 y la Copa Argentina 2014-2015.
Eso no es todo. En 2015 entró de urgencia en la lista final de la Roja para la Copa América por la lesión de Carlos Carmona. No jugó ningún minuto (al igual que Johnny Herrera y Paulo Garcés), pero se dio el lujo de decir que estuvo en el plantel campeón.
En 2016 tomó sus cosas y volvió a su casa. En el Clausura 2015-2016 jugó 840 minutos y anotó cuatro goles, el último de ellos no será olvidado jamás en San Carlos. En el epílogo ante Audax, el que le dio el título 11 a los cruzados.
Chapa sabe ser campeón.
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