Rodrigo Realpe V. – El Gráfico Chile
La teleserie de la construcción del estadio de la U sigue tejiendo nuevos capítulos. Luego que se diera a conocer que el directorio de Azul Azul le diera luz verde al aumento de capital, el proyecto vivió un nuevo episodio días atrás. Ahora, las mitigaciones viales y ambientes, cuyo costo alcanza los 5 millones de dólares generan un nuevo atraso en el proyecto.
Desde Carlos Heller asumió en Azul Azul, y prometió el estadio, el sueño de los hinchas azules ha sufrido diversos traspiés que han impedido su materialización. Aquí su cronología.
El 7 de abril de 2014 Carlos Heller asumió la presidencia de Azul Azul, tras convertirse en el principal accionista de la concesionaria. En la oportunidad el nuevo timonel del club tomó la batuta de la U con una arriesgada promesa: la construcción del anhelado estadio.
«Dejaré la presidencia con un estadio para el club, es algo arriesgado hacer esa promesa, pero lo vengo diciendo hace tiempo. Vamos a trabajar en eso, no es fácil, pero me comprometí a cumplir y dentro del mandato lo vamos a lograr», señaló el empresario.
Diecisiete días después la U hacía oficial un acuerdo entre la concesionaria y la casa de estudios por la compra de un terreno en Laguna Carén, comuna de Pudahuel.
Con el transcurso de los días el terreno de mil 300 hectáreas comenzó a presentar trabas. Líos de conectividad y de impacto ambiental, fueron algunas de las piedras con que se encontró Azul Azul, aunque lo que terminó por descartar la opción de levantar el estadio en Carén fue su porcentaje de constructibilidad: El paño en Pudahuel solo presentaba 1% de edificación, por lo que finalmente fue desechado.
Pese a eso, Heller no perdía la fe: «La U tendrá su estadio en 36 meses», señaló en agosto de 2014.
Así, la U activó un plan B. La Granja y La Pintana comenzaron a asomar como opciones. Y fue una avivada de José Yuraszeck, ex presidente de Azul Azul, la que terminó por confirmar lo que en el directorio ya se cocinaba.
En una carta enviada a El Mercurio, Yuraszeck informó del acuerdo de principio de compra de un terreno ubicado en el paradero 41 de Santa Rosa, pese a ello en Azul Azul seguían asegurando que Carén era una opción.
«Seguimos avanzando con la Universidad en destrabar el proceso en Pudahuel, y estamos en línea directa con el rector, pero creemos que tenemos que ser responsables como dirigentes, por lo que tomamos la opción de, dados los inconvenientes, tener un seguro. La alternativa será en la comuna de La Pintana, donde sentimos que hay un apoyo muy grande del alcalde, de la Intendencia y, esperamos, que del Gobierno», señaló Heller en la oportunidad.
En diciembre, a través de un documento enviado a la SVS, Azul Azul dejaba atrás para siempre la opción de Laguna Carén. Ahora, el objetivo era La Pintana.
La falta de financiamiento
Una vez resuelto el espacio físico donde se levantaría el anhelado sueño del estadio, la falta de financiamiento comenzó a inquietar las aguas en Azul Azul.
El sueño del estadio una vez más se vería truncado con la falta de fondos. Refuerzos, técnicos y aumentos de sueldos habrían agotado los 15 millones de dólares de ahorro que Azul Azul logró juntar en anteriores mandatos.
La concesionaria salió al paso de las especulaciones y a través de un comunicado golpeó la mesa asegurando que «el proyecto estadio avanza satisfactoriamente».
Pese a la buena señal, en el directorio de la U saben que la tarea de concretar el estadio no es fácil. El pasado 24 de marzo, en una reunión extraordinaria, la mesa de Azul Azul dio luz verde al aumento de capital con el fin de recaudar 10 millones de dólares a través de una nueva emisión de acciones.
Mitigaciones viales y ambientales
«Las cosas siguen siendo lentas. Está más trabado de lo que quisiera», confesó Heller durante la presentación de los refuerzos azules días atrás.
¿Qué «cosas»? Dos documentos le faltan a la carpeta que Azul Azul debe presentar a la Dirección de Obras de la Municipalidad de La Pintana. Se trata de las mitigaciones viales y ambientales cuya inversión alcanza los US$5 millones y donde se contempla la instalación de semáforos, la construcción de nuevas calles aledañas al estadio, obras sanitarias y áreas verdes.
Otro problema radica en el impedimento de Azul Azul por adquirir el terreno aledaño al paño donde se pretende edificar el recinto deportivo.
Durante estos días surgió la opción del Nacional como comodato, pero en el Gobierno al parecer la respuesta es negativa, por el hecho de que estadio ñuñoíno es monumento histórico.
Los costos del estadio bordean los 50 millones de dólares, dinero que actualmente Azul Azul no tiene. Para materializar el proyecto, el club reunirá el resto del monto a través de la venta del nombre, palcos, estacionamientos y patios de comida.
¿Renace el sueño? A través de la Memoria Anual y Estados Financieros Azul Azul S.A. del 2015 pero publicada en marzo de 2016, la concesionaria que administra a la U oficializó la compra de terrenos en la comuna de La Pintana, lugar donde pretende edificarse el anhelado estadio del club laico.
«Durante el año 2015, la Sociedad adquirió un terreno ubicado en Avda. Lautaro Nº 2695, comuna de La Pintana, con una superficie total de 5.000 metros cuadrados», señala la publicación y agregan, además, la compra «por un terreno ubicado en Avda. Santa Rosa Nº 14405, con una superficie aproximada de 12 hectáreas».
Pese a esto, desde Azul Azul aún no existe confirmación oficial de que esos terrenos sean precisamente para edificar un recinto propio para el club y, más encima, la fecha de presentación del anteproyecto para ello puede extenderse hasta finales del 2016.
¿Cuando se pondrá la primera piedra? La teleserie continúa…