Rodolfo Vidal
Asociación de Hinchas Azules
Ad portas de un nuevo superclásico, la U aún no logra levantar el nivel de juego. Luego del deslucido empate contra Unión Española en la penúltima fecha, el domingo nuevamente dejó de sumar de a tres y terminó cayendo inapelablemente por 3 a 1 contra Universidad de Concepción. ¿Para analizar? Mucho, pero no tiene sentido ponerme a escribir sobre lo que yo interpreto de lo que veo en la cancha, para eso ya hay bastante medios escritos, televisivos y radiales, que son mejores canales que una columna de hincha; ¿Para rescatar? Futbolísticamente, nada, o muy poco para ser dadivoso. Pero si algo ha logrado ser «conmovedor» cada vez que jugó la U durante este semestre, es la respuesta incombustible de los fanáticos azules. Los únicos que no han fallado y, al parecer, los más comprometidos con dar vuelta la situación.
Futbolísticamente el equipo este semestre no ha visto una. Así lo deja en claro la novena posición en la tabla del torneo transcurrido ya más de la mitad de éste. Pero donde sí ha sido protagonista este semestre (como ya es costumbre) es en la galería, donde ayer, viniendo de ocho actuaciones más irregulares que regulares, nuevamente colmó el sector sur del Estadio Nacional. Y es que de lo poco rescatable de este torneo que ha disputado la U: Es su gente, que no ha fallado a partido alguno donde los 11 leones con la «U» roja en el pecho han salido a defenderla en la cancha. Está de más decir que a seis días del Superclásico, el llenar el Nacional no asegura una victoria contra el rival, pero es indudable que durante la historia del club, la hinchada azul, ha sido pilar fundamental de memorables campañas y recordadas remontadas.
Ya en la época de amateurismo, cuando se disputaban los clásicos universitarios contra el equipo de la franja, eran las hinchadas las encargadas de «calentar» el clásico con carros alegóricos y distintos tipos de juegos en la previa. En la década de los sesentas, la del Ballet, la fanaticada azul era pieza clave en ejercer la localía desde el Nacional, con coloridos recibimientos y una entrega inusual para alentar al equipo, fue parte importante de la construcción de la época más triunfal del club. Y es que era innegable la cohesión que existía entre la fanaticada azul, el plantel y la Casa de Estudios. De ahí en más, la hinchada de la U, siempre ha estado presente en los momentos importantes del club. Luego del descenso a Primera B, parte importante de la remontada en la segunda parte del campeonato de ese año fue gracias al apoyo incondicional que entregaban jóvenes «chascones» al equipo de sus amores en estadios y rincones bastante hostiles, como lo relatara alguna vez Horacio Rivas. O las campañas del Bi campeonato 94/95 y la Copa Libertadores del 96 que terminó enamorando, por ejemplo, a jugadores extranjeros como Leonardo Adrián Rodríguez, que años más tarde terminaría celebrando el título de San Lorenzo de Almagro, club que defendía por aquella época, con una polera de la U en plena cancha del Nuevo Gasómetro.
Y es que el hincha de la U tiene una mística que lo hace distinto a la media del fútbol nacional, ya que ninguno de ellos ha sido capaz de agotar las entradas a primera hora en la mañana luego de perder la final de ida, como lo hizo la fanaticada azul contra Universidad Católica, en el apertura del 2011. Instancia que motivó al cuerpo técnico de aquella época a generar un vídeo motivacional para repetir la hazaña en Mayo del 2012 por el torneo continental Copa Libertadores contra Deportivo Quito (6-0), luego de caer en la altura de Ecuador por 1-4.
Cabe destacar que todas éstas instancia nombradas anteriormente han tenido el factor común de planteles que han sabido conmoverse con el fanatismo exacerbado del hincha azul, que los ha llevado a sentirse parte de un proyecto común que va mucho más allá de salir a jugar contra otros once jugadores. Que tiene que ver, principalmente con lo que nosotros llamamos «amor a los colores». Se trata de salir a defender con orgullo la azul de la U roja; se trata de dejar sangre, sudor y lágrimas en cada encuentro que se disputa por la U; tiene que ver con eso que Sampaoli llamó «amateurismo», «adhesión al escudo», en donde el jugador genere un sentido de pertenencia hacia la institución.
Por eso es fundamental que para ésta, la semana más importante para el fanático azul, sea también la más importante para el cuerpo técnico y jugadores. Que vuelva el Banderazo y sienta el plantel y dirigentes que nosotros seguimos ahí a pesar de todo, que entiendan que esto es la U, y que el del domingo es el partido más importante para nosotros y que queremos ver a los jugadores matándose en cada pelota por conseguir un resultado, que salgan desde camerinos con un cuchillo entre los dientes, que sientan que cada pelota que disputen van a tener nuestro aliento, porque nosotros desde las tribunas vamos a estar rugiendo como nunca en el semestre para conseguir el resultado que la gente de la U se merece. Porque no se le olvide a nadie que la U es grande, principalmente, por su gente.
¡Vamos la U!
GRAF/DE