El Gráfico Chile

El Derby: el día en que Valparaíso se rinde a la Hípica

Javier Rios R.

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El ambiente es distinto, la muchedumbre comienza a moverse temprano y eso que es domingo. Los gritos, las familias organizadas, las canastas de comidas y las micros con carteles que indican un sólo destino: el Sporting Club de Viña del Mar.

La imagen, con sus claras diferencias temporales, podría ser de la actualidad o de 1985. La región de Valparaíso se detiene por un día para la jornada de carreras más importante del año. Pero, ¿Por qué más de 100 mil personas llegan al recinto de Avenida Los Castaños? La respuesta sólo se puede dilucidar el 7 de febrero cuando se vive la última gran jornada del calendario nacional. Por ahora un grupo de expertos (preparadores, comisarios y fanáticos hípicos) nos ayudaron a elaborar un ranking con los momentos más destacados de este gran espectáculo.

Tradición y fanatismo popular

El día del Derby comienza temprano, a eso de las 9:30 de la mañana. Las carreras en marcha y una serie de tradiciones que caracterizan la jornada que se ha vuelto una costumbre para propios y extraños a la actividad. 

Es que el Derby Day va mucho más allá de las carreras. Es una tradición familiar que no tiene distinción de clase, colores políticos, ni siquiera las pasiones futboleras cambian el ambiente, es más, pueden convivir tranquilamente. 

Una pasión que empieza temprano, con pic nic incluido. Las miles de fanáticos que antes bajaban desde los cerros caminando y hoy llegan en sus autos hacía el Sporting, esperan un programa de 20 carreras con su sello de tradición: aquí se canta el himno nacional, se mira el desfile de autos antiguos y se disfruta de la belleza de la Miss Derby.

A Viña del Mar llegan los mejores ejemplares a disputar la carrera más importante del año, donde los caballos de 3 años tienen la oportunidad de coronar un año de competencia. La carrera que más vende individualmente acapara no solo las apuestas sino que la pasión de los hípicos que siguen las competencias en vivo y a través de la red Teletrack en todo Chile.

Ranking: Los clásicos inolvidables

1. 1991 Wolf: El mejor caballo que ha corrido en Chile

La rivalidad de Wolf y Memo era seguida de cerca por los fanáticos ese año. Sin embargo, todos sabían la potencialidad del representante del Stud Santa Amelia que en la recta final se impuso con categoría, sacó al ventaja necesaria y se alzó con la triple corona nacional, hecho que no ocurría hace 25 años y que no se ha vuelto a repetir hasta ahora. Con el jinete Luis Muñoz y la preparación de José Tomás Allende, el galope veloz de Wolf quedó en en el recuerdo de los fanáticos hípicos chilenos.

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2. 1965 El único empate de la historia

El 17 de enero las apuestas corrían fuerte por Malhoa que había ganado el St. Leger. El representante del Stud de Alicia Castro se hizo un lugar entre los competidores y parecía que iba a adjudicarse la prueba ante la algarabía de los miles de espectadores. Sin embargo, Extremado le dio dura resistencia igualando su marcha en el último momento. Un empate aplaudido que terminó con ambos jinetes, Carlos Pezoa y Enrique Araya, recibiendo el reconocimiento popular.

3. 2001 El día que el pánico invadió al Derby

Los caballos se acercaban a la última curva y el partidor seguía inamovible en la pista del Sporting. Los gritos de terror entre los trabajadores distraían la mirada de los fanáticos: podía quedar una tragedia de proporciones si no se movía el armazón. Sin embargo, con la ayuda de todos, la imponente estructura fue corrida y más de 40 colaboradores del Sporting observaron como Millalonco se impuso en la recta final con claridad.

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4. 1988 dudosa llegada frente al dictador

Cerrando la tabla tenemos un episodio que todavía deja dudas entre los fanáticos hípicos. En una recta final frenética, Dorticós y Chicle peleaban palmo a palmo quedarse con la prueba madre del turf nacional, que se tendría que dilucidar con un fallo fotográfico. Augusto Pinochet miraba ansioso y con un favorito claro. La llegada fue tan apretada que la gente no sabía si celebrar o romper el boleto de apuestas. Aunque la historia dice que el dictador la tenía clara: debía ganar Dorticós porque el dueño de su rival (Winston Michelson) tenía problemas legales y no podía aparecer en la foto con el mandatario. El alto parlante lo confirmó y el caballo jineteado por Sergio Vásquez levantó el trofeo más importante junto al uniformado.

 

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GRAF/JR

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