El Gráfico Chile

Columna de Colo Colo: El fútbol chileno ha muerto

Por Mauricio Valenzuela L.

@_19abril1925_

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Miembro de la Filial Maipú (@filialmaipu)

Movimiento Colo-Colo de Todos

Un 23 de Enero del año 2002 se declaró la quiebra del CSD Colo Colo y un 23 de Enero de 2016 se jugó un Audax v/s Colo-Colo en La Florida, ante no más de 2.000 personas en las tribunas. Si bien existen 14 años de diferencia entre ambos acontecimientos, no presentan diferencia alguna en cuanto a la tristeza y amargura que provocan. Ambos son hechos nefastos y estoy seguro que el primero es causa directa del segundo.

Resulta difícil escribir sobre el encuentro entre albos y tanos, y darle cierta cuota de emoción al relato, lo cual pasa básicamente porque los partidos de Colo-Colo son cada vez más aburridos y porque cada vez hay menos expresión de sentimiento popular en las tribunas, al hincha se le prohíben los bombos, las banderas, los lienzos, todas ellas formas de manifestar emociones. Durante el primer tiempo Colo-Colo tuvo ocasiones para abrir el marcador, pero también las tuvo Audax Italiano, quien sin ir más lejos pudo ponerse en ventaja a través del ex azul, Leandro Benegas, que recibió el balón entrando al área, le metió un sobrero de ensueño a Julio Barroso y remató a quemarropa ante un Justo Villar que sigue siendo clave en el once albo.

Tras el descanso vino lo mejor de Colo-Colo: Un centro ajustado de Fierro para Beausejour, un tiro libre de Pajarito que se desvió en un jugador Itálico y un remate de Vilches que Peric no pudo contener. Tres jugadas que terminaron en gol. Tres jugadas que sirvieron de premio para los valientes hinchas que pudieron ingresar al estadio Bicentenario. Tres jugadas que hicieron despertar a quienes ya estaban completamente dormidos en el sillón de su casa.

El fútbol chileno ha muerto, la privatización de la actividad ha fracasado y las medidas de seguridad provocan más daño del que buscan prevenir. Al hincha se le trata como un verdadero enemigo. En ningún espectáculo privado se aleja tanto al público como se hace en el fútbol y en ningún espectáculo privado se denigra tanto a la gente (especialmente a las mujeres, que deben soportar el toqueteo constante en busca de algún elemento prohibido) como se hace en los estadios.

Todo esto apesta y aunque queramos ocultarlo ya no se puede. Lo sabemos los hinchas, lo saben los dirigentes y también lo saben los jugadores. Hace un par de meses lo dijo David Pizarro, quien declaró sentirse arrepentido de haber vuelto al fútbol chileno por las precarias condiciones en que se juega, y hoy lo repite Jaime Valdés, quien se ve forzado a querer partir del Club que ama, simplemente porque entiende que Colo-Colo está comandado por cerebros demasiado pobres en comparación a la riqueza histórica del Club. Lamentablemente tenemos dirigentes que se van de vacaciones a Estados Unidos y se compran joyas en forma de tobillera electrónica, dirigentes con nula proyección hacia el futuro, dirigentes que insisten en transgredir nuestras tradiciones aprobando camisetas con ridículos colores que no nos representan y dirigentes que siguen trayendo refuerzos que sólo sirven para aumentar las visitas de Google y de Youtube.

Ante tan cruda realidad no queda más que rebelarse, resistir y construir. Primero porque la Rebeldía es nuestro origen y segundo porque no podemos ser cómplices de este modelo podrido. Tenemos el deber de organizarnos y hacer con nuestras propias manos aquello que queremos. Como Hinchas del Club más grande de este país, tenemos la obligación de hacernos Socios, de pagar nuestras cuotas y de apoyar iniciativas como «La Rebelde», camiseta propia del Club Social y Deportivo, que no es otra cosa que decir que no nos van a seguir alimentando con tanta basura, que somos capaces de levantar un modelo paralelo al mercantil y que estamos listos para pelear.

Basta de flojera, basta de no tener tiempo, basta de 23 de Enero tristes.

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