Nuestros ojos reciben todo el día la luz azul de las pantallas que usamos: computador, tablet, celular, smartwatch, televisión y podría parecer necesario que nos protegiéramos de ese aparente exceso, tal vez con algún tipo de lentes.
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Pero a pesar de su omnipresencia en nuestras vidas, las pantallas no son las fuentes principales de la luz que nos rodea: el Sol mismo o fuentes de iluminación artificial, emiten luz de diferentes tipos. La que perciben nuestros ojos, la que nos permite ver, se llama justamente luz visible o luz blanca.
Esa luz blanca se ve así aunque en realidad es una combinación de varios colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul, violeta. Isaac Newton, por allá del siglo XVII, en medio de otra pandemia, fue el primero en darse cuenta que la luz visible tenía todos esos colores, los que se ven en un arcoíris.
Luz de colores
Vemos las cosas de colores porque los objetos reflejan específicamente la luz de un cierto color. La diferencia física entre los colores es que cada uno tiene diferente energía.
La luz roja tiene las ondas con menos energía, la luz azul las de más energía. Tal vez por eso es que haya empezado la idea de que la luz azul es la que puede dañar a nuestros ojos.
Debemos tomar en cuenta que cuando vemos un pantalla o caminamos a pleno sol o encendemos una lámpara, estamos recibiendo luz blanca: la combinación de todos los colores, rojo, azul, amarillo, todos.
Incluso si han intentado leer un mensaje de whatsapp a plena luz del día tal vez hayan tenido que aumentar al máximo el brillo de su teléfono y quizá ni así hayan podido verlo bien. Esto se debe a que la intensidad de luz que recibimos del ambiente es mucho mayor a la de las pantallas.
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Ojos que no ven
Sin embargo existe una preocupación genuina sobre el efecto de las pantallas en nuestra salud porque tenemos evidencias de eso: nuestros ojos se resecan, vemos borroso, incluso nos duele la cabeza.
Por eso es que en los últimos años se han popularizado lentes a los que se añade un filtro para luz azul, que se anuncian como una solución para todos quienes vemos fijamente pantallas todo el día.
En realidad los síntomas de nuestro cansancio visual tienen poco que ver con la luz azul o de cualquier otro color, sino más bien con el hecho de que cuando usamos pantallas fijamos demasiado la vista, durante demasiado tiempo.
Incluso la Sociedad Americana de Oftalmología desaconseja el uso de lentes con “filtro de luz azul” pues no se ha probado que puedan prevenir alguna enfermedad de la vista. La recomendación médica para evitar el cansancio visual es usar la regla 20-20: por cada 20 minutos frente a una pantalla, debemos descansar la vista 20 segundos.
Dulces sueños
Si bien la luz azul no será la causante de todos nuestros males visuales, sí hay evidencias de que la luz predominantemente azul puede interferir con nuestros ciclos de sueño. Esa es otra de las cartas que usan los vendedores de lentes con filtro de luz azul: que si los usamos vamos a dormir mejor.
Sin embargo, no se ha establecido una relación clara entre el uso de esos anteojos y un mejor sueño, en todo caso las recomendaciones de los médicos es que un par de horas antes de dormir nos alejemos de las pantallas.
Al final de cuentas lo que debemos hacer es evitar distraernos por la noche, con lentes protectores o sin ellos, en realidad lo que nos quita el sueño, es seguir tuiteando o revisar las historias de Instagram de nuestros amigos.