En noviembre del año pasado, Pauline Elizabeth Martin, dio a luz a su segundo hijo, pero de inmediato levantó la sospecha de los doctores porque el niño tenía “graves problemas médicos”.
Casi de inmediato la mujer de 33 años comenzó a ser investigada por la policía y por los doctores, y desde el hospital revelaron mediante pruebas genéticas que los padres del recién nacido estaban “estrechamente relacionados”.
Martin no solicitó el acta de nacimiento del menor, ni tampoco hizo ningún papeleo correspondiente al nacimiento, asegura People.
La policía consiguió una orden de arresto contra la mujer y tras ser apresada confesó que el padre del bebé era su hermano y que se había mudado con él hace tres años cuando iniciaron una “relación de pareja”.
Además le reveló a la policía que la última vez que se había acostado con su hermano había sido el 21 de marzo pasado.
“Iba a terminar con él porque sabía que estaba mal”, habría señalado Martin en declaraciones que reproduce Daily Mail.
La mujer enfrenta ahora una pena por incesto que podría llegar a los 5 años tras las rejas y se encuentra en libertad luego de pagar una fianza de 3 mil dólares.