Era el plan perfecto…, bueno, en el papel. Una banda de tres delincuentes fue detenida luego de asaltar una farmacia en Argentina y al final quedaron casi como los míticos “bandidos mojados” de Mi Pobre Angelito.
El grupo vivía en La Dulce, una localidad de Buenos Aires y decidió dar el golpe a primera hora de la mañana.
Según Clarín, llegaron hasta la farmacia armados y como estaban encapuchados era imposible que los reconocieran.
Sin embargo, a los tres ladrones se les olvidó un pequeño detalle: uno de ellos era el manco del pueblo y trabajaba en labores agrícolas en la zona.
Los asaltantes se llevaron joyas, varias especies, 14 mil dólares y poco más de $1,5 millones del local y de la casa de los afectados, y escaparon en una camioneta de los patrones del hombre al que le faltaba una mano.
Este llegó hasta su lugar de trabajo y le pidió a su patrona si lo podía llevar a un pueblo cercano por una urgencia. La mujer salió en su vehículo (no el que utilizaron para el robo), pero de forma insólita, los otros dos miembros de la banda llegaron de improviso, se subieron casi a la fuerza.
Para su «mala suerte», todo lo vio un un lugareño que avisó a la policía.
Tras ello se desplegó todo un operativo y los tres “súper asaltantes” terminaron detenidos y los uniformados recuperaron todo el botín.