Es muy importante que los niños sigan leyendo en vacaciones, porque parar por completo puede suponer un retroceso importante en sus habilidades lectoras, así como una pérdida de léxico, de vocabulario y de comprensión en un año tan complejo de educación a distancia.
Así lo explica Paulina Schwarze, subdirectora editorial de Caligrafix: “Resulta muy relevante fomentar el hábito lector, pues a través de él aportamos en su desarrollo cognitivo y reforzamos una serie de habilidades que serán siempre útiles. El verano y las vacaciones nos entregan una oportunidad que vale la pena aprovechar. Por un lado, los niños y niñas cuentan con más tiempo libre y muchas veces señalan que se aburren y no saben qué hacer”.
Para Schwarze, “combinar la lectura con otro tipo de actividades al aire libre, momentos de interacción familiar y la exposición moderada de las pantallas, permite que su crecimiento avance de manera equilibrada e integral. Por otro lado, durante el período estival toda la familia entra en una dinámica más relajada, al no tener la rutina escolar, lo que posibilita introducir nuevos hábitos”.
La experta agrega que es indiscutible que los buenos lectores tienen mejor desempeño académico, pues la lectura es una ventana al conocimiento, ayuda al desarrollo neurológico y permite el goce estético, sembrando en los pequeños lectores semillas que lograrán una cosecha muy fructífera.
“Desde la cuna los padres pueden introducir a sus hijos en la literatura y el mundo letrado. En primera instancia cantándoles canciones de cuna, así como leyéndoles cuentos, ofreciéndoles libros que puedan manipular, conversando mucho con ellos y contándoles historias familiares y anécdotas”, reflexiona Schwarze.
La subdirectora editorial de Caligrafix recomienda a los padres que permitan a sus hijos “que desde pequeños accedan a los libros y elijan cuál quieren que les muestren y lean. Ya en etapas posteriores, es muy bueno conservar como un hábito la lectura compartida, aunque hayan adquirido la lectoescritura, pues se desarrolla ampliamente la atención y la comprensión oral, junto con contribuir al desarrollo afectivo del niño y la niña.
Y para las vacaciones sin pandemia, Schwarze sugiere “visitar bibliotecas y librerías con el fin de que el menor pueda escoger qué leer, conocer variedad de títulos y así ir formando su gusto lector. Como eso no es posible en los tiempos que vivimos hoy, se puede adaptar esta costumbre y, por ejemplo, visitar catálogos virtuales y darle a elegir libros para leer”.
¿Qué hacer si mi hijo prefiere el celular o tablet? Paulina Schwarze recomienda conversar y negociar con él o la niña, así podrá interactuar frente a los dispositivos, tanto tiempo como haya leído.
“Si es necesario motivarlo con la historia, comience a leerle y avance acompañándolo todo lo que sea necesario, hasta que el relato lo cautive y quiera seguir avanzando por sí solo y saber qué ocurrirá. Y si termina un libro y luego debe empezar otro, no se preocupe, pues con esa lectura compartida igual estará incentivando y formando un buen lector, junto con ayudarlo en la comprensión lectora. Asimismo, puede ofrecerle lecturas sobre variedad de temáticas, géneros y formatos, hasta que vaya formando su propio gusto y logre interesarse espontáneamente”, concluye la experta.
En Caligrafix proponen una lista de títulos sencillos y divertidos para disfrutar durante este verano. Los libros infantiles no conocen edad, pues cualquier niño puede disfrutar de su lectura en función de sus inquietudes y conocimientos. Estos libros están especialmente pensados para niños entre tres y ocho años, para que se diviertan y sigan con el buen hábito de leer un poco cada día.
Entre sus libros destacan “Chiche, mi ovejero”, recomendado para niños a partir de los tres años. Una historia que apela a la sensibilidad del niño y la niña y al estrecho vínculo que nace entre ellos y sus animales queridos. Además, se encuentra “El Músico y la Bailarina”, a partir de los cinco años, el cual cuenta una breve y delicada historia de amor entre seres diminutos, donde la música también es protagonista.
Otro título interesante de leer es “Las Hadas también Roncan”, a partir de los tres años. Una historia de Ana María Güiraldes, reconocida escritora chilena, cuyo libro fue ilustrado por su hermano Ricardo, que regalará un mundo de fantasía a los pequeños lectores. Al igual que “Viernes Verdes”, recomendado para niños a partir de los ocho años, un libro álbum que deleita con humor, ingenio y creatividad.
Finalmente, “Martín Gris”, ideal sobre los tres años y que trata sobre el protagonista que vive muerto de susto. No le tiene miedo ni a las arañas ni a los terremotos, sino a algo mucho peor: teme no gustarles a los demás.
“Viaje literario” de Caligrafix se encuentra disponible en todo Chile. Anima a tus hijos a leer a diario estas vacaciones con estos divertidos libros cargados de divertidas aventuras, personajes e imágenes que los cautivarán.
Para mayor información, visita: https://www.caligrafix.cl/categoria/viaje-literario.