«Astrid llevaba años esperando una llamada que le contara la verdad sobre su hermana”. Con esa primicia se promocionó durante semanas el estreno de Equinox, la nueva serie danesa de Netflix que fue comparada con «Dark» y que es un imperdible de misterio y terror por estos días. Ahora llegó el momento de verla.
Con identidad propia y nada que envidiarle a la alemana «Dark», esta segunda producción de Netflix con origen en Dinamarca (después de The Rain) nos ofrece un subgénero del terror que era necesario recuperarlo: el horror folk.
Por lo mismo, «Equinox» se va dibujando como un relato de misterio, terror y tradiciones paganas pre cristianas asociadas a la naturaleza, al sacrificio y a la fertilidad, un ingrediente adicional que la hace diferenciarse de «Dark», cuya trama está más asociada a la ciencia ficción.
La trama, dividida en seis capítulos y basada en un podcast llamado “Equinox 1985”, cuenta la historia de Astrid (Danica Curcic), cuya hermana y toda su clase desaparecieron misteriosamente durante su viaje de graduación en 1999.
La periodista se encuentra trabajando en un programa de radio, cuando inesperadamente recibe una sorpresiva llamada telefónica, de alguien que dice saber qué fue lo que pasó, afirmando que existe otra realidad.
Ahí comienza un viaje por Copenhague tratando de descifrar qué ocurrió con su hermana y su grupo de mejores amigos que paradójicamente fueron los únicos que sí volvieron con vida del viaje de graduación a bordo de un bus, cuyo chofer también sigue con vida.
El relato se narra en dos tiempos: uno en 1999, y donde se va revelando qué llevó a la joven Ida, a desaparecer junto a sus compañeros. Y otro en 2020, donde la periodista , con sus fantasmas de infancia y el trauma de perder a su hermana y familia, no descasará hasta saber la verdad, que hasta la fecha a muchos les gustaría saber: ¿existe una dimensión paralela a la nuestra?
