Tal como adelantaron, el dúo argentino Pimpinela rindió un sentido homenaje a su madre y a la familia en la 61 edición del Festival del Viña del Mar.
Aunque su presentación deslumbró a más de uno, al inicio del show se presentaron problemas técnicos, especialmente con uno de los micrófonos, situación que causó molestia a Lucía.
En medio de la canción Vivir sin ti no puedo, el micrófono de la intérprete falló y no se pudo cantar un fragmento, por lo que pidió ayuda a Joaquín, y ambos debieron compartir un implemento por algunos segundos, hasta que trajeran otro de reemplazo.
Superado el inconveniente, con éxitos como «Valiente» y «Déjame y pega la vuelta», los hermanos Galán encendieron al público de la Quinta Vergara, quienes le premiaron con una gaviota de plata y una de oro.
Sin embargo, el momento más emotivo fue cuando entonaron «El amor no se puede olvidar», mientras se mostraban imágenes de su madre, fallecida recientemente, en las pantallas del escenario.
El homenaje no quedó ahí, los organizadores del festival también dedicaron unos minutos a la madre del dúo, mostrando una entrevista realizada hace años.
Posteriormente, Lucía llamó a su hija, sobrino y demás miembros para cantar en conjunto «Familia», con una mesa al centro del escenario y un brindis simbólico.
