«Pacto de sangre» está en sus capítulos finales. La teleserie de Canal 13 ha logrado impactar al público con una historia envolvente y destacadas actuaciones. Ahí, no sólo los roles principales han tomado relevancia, sino que también los más secundarios. Tal es el caso de «Agatha”, personaje interpretado por Josefina Montané y que le ha permitido a la actriz otro tipo de papeles.
De esto, y de la lucha contra los prejuicios que ha vivido desde niña, es que habló con GlamoramaTV.
“En Canal 13 hubo un cambio de gente. Entró gente nueva, AGTV, Entra Cristián Mason con Pablo Ávila. Y Cristián Maso, director desde hace mucho tiempo y muy talentoso. Primera vez que trabajaba con él. Llevaba siete años trabajando con el mismo director que, básicamente, me hacía estar en los mismos roles, independiente que la historia sea distinta, me pedía siempre hacer como lo mismo: la niña linda, sexy. Y yo estaba bien aburrida», partió diciendo Josefina Montané.
“Y que los directores hayan confiado en mí, porque fue lo primero que me dijeron: ‘Queremos hacer una historia real, una actuación súper naturalista y no queremos ver lo linda que eres’», agregó la actriz de «Pacto de sangre».
El problema de ser linda
Josefina Montané aprovechó de comentar en GlamoramaTV que tiene «un tema con esto de ser ‘linda’». Y es que, además de considerar que no es lo más importante de ella, siente que «la gente enfatiza mucho en eso y me da como rabia. Pasa a ser un poco de discriminación inversa».
“Cuando la gente empieza ‘es que no queremos verte linda’, ‘no te maquilles tanto’, es como que a nadie le ando diciendo ‘estás un poco fea, maquíllate harto’. Lo doy vuelta. En verdad no es lo más importante el físico. No es nada de importante. Eso me da un poco de lata”, aclaró la actriz.
En ese momento, Eugenia Lemus, conductora del espacio, le preguntó desde cuánto tiempo arrastra esta lucha.
“Desde chica, en el colegio. Me acuerdo de las listas negras que hacían en el colegio. Ponían ‘La Pin Montané’ por ‘puta’. Y nunca en mi vida había dado un beso. Entonces, los prejuicios siempre han sido parte de mi vida. Y he tenido que pelear un poco con ellos. Pero hoy día no me importan nada la verdad. Pero es tiempo, es tiempo… Ha sido un tema que he tenido que trabajar. Y hoy día, con los años, uno se da cuenta que son puras… La gente importante es la que sí vale la pena escucharla. Y opiniones van a haber siempre de todo. No hay que enfocarse nunca en eso», sentenció.