“Para irnos, quiero acá hacer historia. Quiero que en el diario pongan: ‘Drefquila reventó el ‘fucking’ Lollapalooza’”. Con esa consigna comenzó Drefquila (Claudio Montaño, 21 años) la despedida de su presentación del viernes en Lollapalooza. Un cierre que consideró “Tamo’ tranquilo” y, antes, “Dámelo”, canción de Ceaese (Felipe Arancibia, 31 años), a quien invitó al escenario.
Al día siguiente, Gianluca (Abarza, 21 años) también tuvo sorpresas en su show. Princesa Alba (Trinidad Riveros, 22 años) se subió al Lotus Stage a cantar “Summer love” y Pablo Chill-E (18 años) hizo lo mismo para “Sismo”, el más reciente single del cantante.
El domingo fue el turno de Polimá Westcoast (Polimá Ngangu, 21 años), quien sumó un gran aliado: Young Cister (Esteban Cisterna, 21 años).
Sus shows contaron con una sorprendente asistencia, pese a que todos se presentaron abriendo distintos escenarios, dejando en claro que el trabajo que han estado haciendo por años y que el 2018 comenzó a explotar, se empieza a consolidar. “Estamos felices, esperábamos mucho menos, pero trabajamos mucho para esto y nos deja muy satisfechos. Pero queremos mucho más, que el trap se expanda y llegue a lugares donde no ha llegado”, analiza Polimá Westcoast.
Solidaridad del género
“El movimiento está súper cuático. Sobre todo con todos los singles que han salido y que han estado en tendencia, los jóvenes saben lo que está pasando. Este año va a ser brígido, en cuanto a que se va masificar mucho”, advierte Gianluca.
“Esto nació netamente por nosotros. Auto gestionando nuestro trabajo desde siempre. Yo soy un poco más experimentado que los cabros, pero todos nos hemos ido ayudando, dando consejos. Si uno gana, está ok. Pero si se da para todos es mejor”, expone Ceaese, quien da luces de lo unidos que están los exponentes del trap nacional.
“Eso pasa porque esto empezó pequeño y ahora es algo grande, que se fue expandiendo de a poco. Todos nos conocemos de cuando teníamos mil visitas, cuando nadie pensaba en el millón. ‘Esto no es una canción de amor’ alcanzó ya el millón, por ejemplo, o estar en tendencia. Ahora sacamos un tema, estamos en tendencia y a los dos meses tiene un millón”, cuenta Pablo Chill-E y agrega: “Yo creo que por eso nos queremos harto, porque todos empezamos de la nada, de la mierda”.
“Si a uno le va bien, le va bien a todos. Hay mucho compañerismo. Casi todos tenemos la misma edad, estamos creciendo juntos y llegando a escenarios que antes no teníamos. Es entretenido colaborar entre nosotros”, cuenta Princesa Alba.
Diversidad de propuestas
Un avance en bloque, pero con propuestas totalmente distintas. “El trap tiene su ramas, pero como está ligado a cosas como el pop, tú puedes abarcar a tu vida cotidiana, otros al perreo y al reggeatón. Cada uno tiene su personalidad. Yo creo que la escena que creció acá está influenciado por EEUU. Eso tiene que ver con la diversidad de trap y música urbana. Yo puedo ser más introspectivo, pero también hay momentos de fiesta. Es importante abarcar de todo un poco”, dice Ceaese, quien pone como ejemplo a Pablo Chill-E. “Lo importante en este juego es ser genuino con lo que eres. Pablo sí viene de población. Yo no canto de lo que no vivo”, afirma.
“Cada artista tiene su propio mundo y forma de expresar y la energía que tiene”, expone Gianluca, quien también destaca el caso de la voz de “My Blood”. “Él te habla de la calle, lo flaite y de lo que vive”, añade.
“El trap es flaite, es expresarse de la calle, pero también puedes mostrar tus sentimientos. Lo que sea arte demuestra lo que tiene uno adentro”, dice Pablo Chill-E, quien tiene su show propio el 12 de abril en la Sala Metrónomo (entradas por Puntoticket). “No queremos glorificar la delincuencia, sino que mostrar lo que estamos mostrando. Yo le agradezco a Gianluca y a Poli porque ellos hacen otro tipo de trap. Ellos hacen música”, agrega.
Para constatar esta tendencia musical, el próximo 1 de junio se realizará el Urban Trap Fest (entradas por Ticketek), evento que contará con Gianluca, Drefquila, Ceaese, Cazzu y la ascendente Paloma Mami.