El miércoles en la madrugada, el festival estadounidense Coachella reveló su cartel para la edición 2019 del evento. Una cita musical de tres días que se realiza durante dos fines de semanas consecutivos y que, de manera inédita, contará con tres cantantes chilenas: Mon Laferte, Javiera Mena y Tomasa del Real. Tres mujeres que han construido su carrera a pulso y que llegan en un gran momento de sus carreras.
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La más destacada dentro del cartel de Coachella es Mon Laferte. La viñamarina aparece en una posición de avanzada dentro de la oferta musical para los días viernes 12 y 19 de abril. La cantante nacional radicada en México llega con su elogiado disco “Norma”, que estrenó el año pasado, y el respaldo de una campaña inmensa de su sello Universal. Ese mismo día se presentará Tomasa del Real, “la freaky de los regaetoneros”, como se definió la cantante que es parte de Nacional Records, en conversación con la revista Rolling Stone. En el artículo la destacan como creadora del “neoperreo: un nuevo movimiento de jóvenes artistas del regaetón que encuentran éxito en rincones muy específicos de internet y, cada vez más, escenarios en todo el mundo”.
Los sábados 13 y 20 de abril será el turno de Javiera Mena, quien, de la mano de su quinto álbum, “Espejo”, disco que fue destacado por el mismo medio internacional como una de las diez producciones latinas del año pasado, sigue celebrando el gran 2018 que tuvo. «Esto representa una llegada a EEUU, que hemos estado trabajando, fruto de nuestras visitas anteriores, entre ellas, a Los Ángeles, donde ya hemos hecho sold out. Hay un interés de ese público, tanto norteamericano como latino, por eso tenemos muchas ganas de presentarnos y seguir cosechando”, afirmó la voz de “Intuición”, a través de un comunicado.
Su propio camino
Son tres representantes chilenas con propuestas totalmente distintas, pero con un denominador común: su participación en Coachella responde más a esfuerzos individuales que a la masificación de una escena chilena. Así lo destaca el periodista musical Felipe Arratia, quien asegura que “si uno es romántico y con menos información puede pensar que el talento es lo que define, pero te vas dando cuenta con quiénes trabajas y quiénes te ponen en esos lugares”, agrega.
“Son tres artistas que han construido su carrera desde la independencia, por muchos años, y que últimamente saltan el trampolín por diversas razones: firmar con un gigante (Sony Music) como es el caso de Mena, ser constante en una tierra fértil como es México, si hablamos de Mon Laferte, y tener muy buen olfato para la música urbana millennial, como fue el caso de Tomasa del Real”, destaca Barbara Carvalho, del sitio Potq.
Siguiendo esta línea, la periodista destaca que “es un gran momento para los sonidos de esta región, para la música en español pero, por sobre todo, urbana. En esa pequeña puerta que abren exponentes gigantes, como Rosalía o J Balvin, es que se cuelan representantes como las chilenas confirmadas”, y plantea que su participación en el evento de Indio, California, no responde a un buen momento nacional y que “el factor Chile sólo es una coincidencia. De ser así, hace una década ya el pop hubiese brillado en los carteles mundiales, cuando se nos catalogó como la cuna del pop de latinoamérica”. “Exponentes como J Balvin y Bad Bunny vienen de otro lugar. Si tienen en común el hecho de ser latinos, su ‘core’ va a otro lado. Eso le da más valor”, añade Arratia.
Pese a las características de los caminos que llevaron a Mon Laferte, Javiera Mena y Tomasa del Real a Coachella, la voz de “Luz de luna” no duda que la presencia de las tres cantantes “es un impacto positivo para la industria chilena y latinoamericana. Coachella tiene mucha presencia de música latina y en español y es un hito este año. En muchos festivales está pasando. Es un gran símbolo que seamos tres mujeres chilenas las que vayamos a estar ahí”, destaca Mena.