Yerno Puchento sigue generando polémica. El jueves en la noche, ante la atenta mirada de su la colombiana triunfadora del Festival de Viña, Alejandra Azcarate, quien trataba de seguirle el hilo a su rutina, el personaje a cargo de Daniel Alcalino y Jorge López, no tuvo piedad con el ministro de Educación Gerardo Varela en el programa «Vértigo». Con una rutina que también estuvo cargada a la victoria de Colo Colo en el Superclásico y a la ordenanza que sanciona el acoso callejero en Recoleta, el comediante dejó varias frases que sorprendieron y sacaron risas.
“¿Cómo puede decir tamaña estupidez ese hombre? Solamente comparable con el ministro que dijo ‘pregúntele a las vacas’ a ese nivel. ¿Saben como lo van a webiar a esos pobres cabros en el colegio. El bullying. ¡Ahí vienen los campeones!”, fue uno de sus descargo contra Varela y sus dichos en los que afirmaba que “mis hijos son unos campeones, necesitan más de tres (condones), parece».
Luego vino una rutina en la que Yerko Puchento le decía piropos a los invitados, intercalando uno «ligero» con otro abiertamente grosero. Todo ante la incrédula mirada de Azcarate, quien parecía estudiar cada movimiento y palabra de Alcaíno.
Pero la polémica estaba por llegar. Pese a que su criticada broma a Daniela Vega realizada el pasado 8 de marzo registraba esta semana 281 denuncias en el Consejo Nacional de Televisión por decir, “no, ¡me muero! ¡Es ella! ¡Está aquí! ¡No lo puedo creer! ¡Me muero! ¡Maravillosa! ¡Una Mujer Fantástica con Coco… fueron las dos películas que más me gustaron! Ganaron. Maravillosa. Increíble. Lo hiciste maravilloso”, Yerko Puchento volvió a referirse a la actriz que fue destacada como una de las 100 personas más influyentes del año por la revista Time.
Utilizando la noticia de Joaquín Lavín, quien dio conocer cómo los asaltantes marcaban las casas de sus víctimas en Las Condes, el comediante comenzó a dibujar distintas marcas que significaban casas específicas. Por ejemplo, Yerko Puchento dibujo una casa junto a una cara que, se suponía era Cristián Sánchez, y dijo: «Una casa chica”.
Pero la rutina volvió a la polémica al dibujar una silueta de mujer junto a un órgano sexual masculino y afirmó que este era la marca que señala que una «casa fantástica”.