El domingo, en la mitad del episodio 211, un momento clave se vivió en la teleserie “Perdonas nuestros pecados”. Durante una cena familiar del recién liberado Armando Quiroga (Álvaro Rudolphy) comió con sus hijos Martín (Alonso Quintero), Domingo (Diego García) y Alejandra (Alejandra Araya), y en esta instancia, el menor del clan interpeló a su padre diciendo que él no era un hombre de situación. “Es cierto. Tu tía Elvira tenía razón. Yo no siempre tuve una vida de lujo. Yo a la edad de Martín ya trabajaba y me hacía mi sueldo”, fue su respuesta.
“Pero papá, cuando usted tenía mi edad, ¿no que su familia ya estaba muerta?”, preguntó Martín. De inmediato, la historia realizó un flashback y mostró a la ya muerta Elvira (Katyna Huberman) encarar a la cabeza del clan Quiroga y decirle: “Tu sabes cómo viven ellos. ¿Lo sabes?. Porque fíjate que el detective que yo contraté, me dijo cómo los encontró. A tu mamá y a tus hermanos viviendo bajito un puente, tapados con cartón, pidiendo limosna, muriendo de hambre. ¿Te parece que está bien? Yo voy a traer a los verdaderos Quiroga”.
Una promesa que no pudo cumplir, pero que se hará realidad de la mano de Roberto Farías. El actor se integra a la exitosa teleserie nocturna de Mega para dar vida a Ismael “Negro” Quiroga. “Yo soy el hermano de Armando, que después de que, de alguna manera, él ha estado ocultando su familia durante mucho tiempo, de repente aparece y que, seguramente, viene a saldar algunas cuentas pendientes con él”, adelanta Farías sobre este giro en la historia que personificará. Recién salido de la cárcel por un crimen brutal que, según él, no cometió, este ladrón, estafador y mentiroso profesional llega a Villa Ruiseñor haciéndose la víctima, pero escondiendo un profundo resentimiento contra su hermano Armando, lo que llevará sólo a una cosa: venganza.
Sobre su incorporación a uno de los fenómenos televisivos de los últimos años, Farías asegura que “siempre es entretenido estar en un producto televisivo que le está yendo bien. Ser parte de eso es la raja. Es una responsabilidad también, porque hay que estar a la altura del elenco, la gente y la historia. Es un grupo que está afiatado. La teleserie lleva cerca de un año y yo me estoy enchufando recién. La ventaja es que tengo hartos amigos, equipos de producción y dirección que también los conozco. Como que fue volver al hogar que te vio nacer, el lugar donde gasté los primeros zapatos en la televisión”.
Pero la felicidad también trae consigo un importante desafío, en especial, por lo que ha logrado el grupo de personas detrás de la ficción de Mega que ha sido imbatible desde su estreno, promediando 28,4 puntos de rating. “Ya es un grupo que está funcionando y hay que ir y tratar de aportar. Apoyar energía, buena onda. Me imagino que algunos están cansados, por lo que hay que llegar a refrescar un poco a los amigos”, afirma.
Ramón Farías es de esos actores que no ve televisión y que confiesa que, a pesar de tener televisor, sólo ve películas y que ha tenido que empezar a ver la nocturna de Mega porque va a trabajar en ella. “No veo muchas cosas donde aparezco yo. En mi caso, hay dos posibilidades: o te encuentras muy gordo o muy bueno o malo, entonces mejor dejarlo ahí. Primero que todo, yo tengo que trabajar para la gente, siempre es para ellos sea en tv, el teatro o el cine”.
Pese a ello, tiene bien claro la razón del éxito de “Perdona nuestros pecados”. “Yo creo que las teleseries tiene que ser bien actuadas. Eso es súper importante. Que las historias sean atrapantes. Que existan todos los ingredientes que habían en la ‘old school’. Los amores difíciles, prohibidos, los crímenes, gente en la cárcel… Tiene que haber todo eso, elementos melodramáticos que son entretenidos. Es como ver ‘La madrastra’, guardando proporción. Si ‘La madrastra’ duró tanto, es porque reúne esto y es entretenido”, analiza.
El actor se une al Área Dramática del canal del grupo Bethia sólo por este proyecto, pero no esconde sus ganas de prolongar su estadía.
“Siempre me llaman para las teleseries por proyectos. Nunca he tenido una casa televisiva o un contrato por más de una. Ahora, sería la raja. Me encantaría quedarme ahí y estar por un buen rato. A cualquier actor le gusta la estabilidad. Y, también, como se están haciendo buenos proyectos, poder participar de ellos. Pero eso no está en manos de uno. Yo ahora de lo que me tengo que preocupar es de actuar bien”, concluye.