Prince Royces llevaba cerca de una hora sobre el escenario de la Quina Vergara cuando, al final de su canción «Incondicional», decidió invitar a una fanática del público a cantar con él.
Tras una breve búsqueda, el cantante subió a una joven, quien, al revelar que era paraguaya, se ganó las pifias de los presentes. El Monstruo empezó a pedir que Royce subiera a una mujer más y que esta fuese chilena.
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Así fue como Margarita fue seleccionada para competir por un beso del estadounidense. Para ello, ambas debieron bailar y cantar, siendo la chilena la que se terminó quedando con el cariño del cantante.
