La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ha recibido críticas de todo tipo durante muchos años.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó recientemente al grupo de "estafar al resto del mundo" y de mantener los precios del petróleo "artificialmente altos".
A veces se le ha acusado al cartel de secuestrar al mundo, especialmente a mediados de la década de 1970, cuando redujo los suministros y el precio se triplicó.
Los ministros de energía de la OPEP están reunidos actualmente en Viena y discuten un recorte de producción para empujar el precio al alza.
Pero, ¿cuál es la influencia real del grupo y de otros grandes productores como Rusia y Estados Unidos?
Control de la producción
El objetivo de la OPEP es estabilizar o aumentar los precios del crudo, que cayeron drásticamente a principios de octubre.
La principal herramienta del grupo son los niveles de producción. Pueden estrangular la oferta reduciendo la producción, lo que hace subir los precios o inundar el mercado de petróleo, provocando una caída de la cotización del barril.
La presencia de la OPEP en el mercado es ciertamente lo suficientemente grande como para causar un impacto. Representa más del 40% de la producción mundial de petróleo crudo.
A principios de la década de los 70 la cifra superaba el 50%, pero aún así sigue suponiendo una parte sustancial.