"Estoy contenta de que me hayan dado la medicación porque ahora sé que no me va a salir vello facial. No quiero barba, soy una chica".
Son palabras de Jessica, de 11 años y una de los más de 300 niños transgénero que cada año toman tratamiento para bloquear la llegada de la pubertad en Reino Unido
El objetivo es darles tiempo para decidir si quieren vivir sus vidas como hombres o como mujeres.
La BBC ha seguido su caso durante los últimos 4 años.
"No lo voy a gritar, pero lo voy a decir"
Jessica se está preparando para empezar la escuela secundaria en septiembre.
Hace poco que acaba de empezar un tratamiento para bloquear la pubertad que consiste en inyecciones hormonales mensuales.
"Si alguien me pregunta si soy transgénero, entonces se lo digo. No lo voy a gritar, pero lo voy a decir", dice.
"Me parece bastante grosero, la verdad, cuando la gente dice que esto es solo una fase porque en realidad no lo entienden".