Primera semana sin nada de alcohol: difícil. Decimoquinto día: ahí vamos. Vigésimo noveno y trigésimo: la magia se siente y el cuerpo lo agradece.
La ciencia lo ha demostrado: renunciar al alcohol durante un mes tiene un efecto significativo en nuestra salud.
Se trata del primer estudio que analiza exhaustivamente los efectos de la abstinencia de alcohol en un plazo corto en un grupo de personas consideradas sanas.
Los investigadores del University College London empezaron su estudio con un objetivo: "evaluar los cambios en los factores de riesgo metabólico y en los factores que estimulan el crecimiento del cáncer que se asocian con la abstinencia a corto plazo del alcohol", señala el estudio.
Y lo que encontraron fue que la abstinencia de alcohol en personas que beben de forma moderada y alta tiene un impacto positivo en el colesterol, el peso corporal y la presión arterial.
Otro hallazgo importante de este estudio, publicado esta semana, es que observó "una disminución en la circulación de concentraciones de factores que estimulan el crecimiento del cáncer".
"La información recabada apoya una asociación independiente que se ha establecido entre el consumo de alcohol y el riesgo de cáncer y que apunta a un mayor riesgo de (desarrollar) enfermedades metabólicas como la diabetes de tipo 2 y la enfermedad del hígado graso".
Los participantes
El estudio, liderado por los investigadores Gautam Mehta, Stewart Macdonald y Alexandra Cronberg, explica que el alcohol es una de las principales causas de discapacidad y de muertes prevenibles en todo el mundo.