Que desaparezca un hijo es la peor pesadilla para un padre. Y en India ocurre aproximadamente cada seis minutos.
Un gran número de ellos son secuestrados. Muchos acaban cayendo en redes de tráfico sexual y prostitución. Otros terminan muriendo en las calles o son vendidos como esclavos.
Según la ONG local Bachpan Bachao Andolan (BBA Save Childhood Movement), cada año desaparecen unos 500.000 niños en la nación asiática, la segunda más poblada del mundo después de China, con más de 1.300 millones de habitantes.
Encontrar a los desaparecidos requiere tiempo, recursos y dinero, tres cosas que escasean en India, donde muchas estaciones policiales ni siquiera disponen de teléfono.
Pero el gobierno del país ha puesto en marcha una nueva estrategia para lidiar con el problema.