El «complejo de Napoleón» es un término utilizado en piscología para hablar comúnmente del complejo de inferioridad.
Esta disfunción fue mencionada por primera vez por el psicólogo austriaco Alfred Adler, quien aseguró que todos los niños desarrollan sentimientos de inferioridad al estar rodeados de adultos más altos y capaces que ellos.
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Según sus investigaciones, todos los pequeños se sienten inferiores aunque no todos desarrollan la disfunción.
Sin embargo, hay muchos malentendidos sobre el complejo de Napoleón, incluyendo la persistente duda de si el gobernante francés era de baja estatura.
Los mitos
El británico Lance Workman, profesor de psicología en la Unversidad del Sur de Gales, le dijo a la BBC que mucha gente relaciona este trastorno con personas bajas, especialmente hombres, que son más agresivas y tienen peor genio.
La teoría detrás de esta percepción es que estos individuos compensan la falta de estatura con una personalidad más fuerte. Para Workman, no hay base científica que lo avale.
«Varios estudios muestran que esto no es más que un mito», aseguró el psicólogo.
«Cuando esta creencia fue probada en laboratorio, analizando a hombres altos y bajos, los datos mostraron precisamente lo contrario: los individuos altos tienden a perder los estribos más fácilmente», dijo.
Workman mencionó una característica común en los hombres de baja estatura que sí respaldan varias investigaciones: los celos.
«Los varones bajos se mostraron más celosos que los de mayor estatura cuando su pareja hablaba con otras personas».
El académico concluyó que, de acuerdo con los estudios realizados, puede decirse que el complejo de Napoleón tiene más que ver con ser celoso que con ser agresivo.
Entonces, ¿tienen los bajos un complejo de inferioridad?
Las convenciones sociales
Workman, especialista en psicobiología, cree que especialmente los hombres de baja estatura pueden sentirse discriminados.
La respuesta se encuentra en la llamada selección sexual.
«En tiempos ancestrales, las mujeres preferían a hombres más altos. Quizás porque eran mejores proveedores o cazadores».
Esa percepción, aseguró el profesor, es muy difícil de cambiar incluso aunque no necesitemos que nadie salga a cazar para traer comida a casa.
«La estatura se asociada con un alto estatus y eso va en prejuicio de los bajos».
Vince Graff es periodista y mide 1,57m. Es decir, 20 cm menos que la media de un hombre en Reino Unido. Graff le contó al programa de radio The Why Factorsus dificultades para encontrar pareja.
«La altura no te dice nada sobre lo interesante que es una persona o lo buena que es en la cama, pero es lo primero que los demás notan sobre ti».
Graff asegura que existe este complejo autoimpuesto que le costó mucho tiempo entender.
«No creo que ser bajo te impida hacer cosas per se; pensar así es lo que te bloquea».
El doctor Dror Paley, un cirujano ortopédico que alarga las piernas de personas de baja estatura, asegura que el complejo persigue a muchos de por vida.
«Incluso después de la operación siguen sintiéndose bajos, no importa si lo son o no».
La altura y el dinero
Tim Frayling, profesor de Genética Humana de la Universidad de Exeter, en Reino Unido, llevó a cabo una investigación para saber por qué la estatura ha estado tradicionalmente ligada a la pobreza.
Frayling y su equipo realizaron el mayor estudio que existe hasta la fecha de la relación entre genética y altura.
El resultado fue que, a lo largo de su vida, los hombres altos ganan mucho más que los bajitos de la misma profesión , independientemente de la educación o las habilidades».
«Nuestros datos muestran que a lo largo de su vida un hombre de, por ejemplo 170 cm, va a ganar al año US$655 menos que uno de 177 cm», aseguró.
Frayling comentó que esta tendencia se observa en todo el planeta. Estudios realizados en Estados Unidos, Finlandia y Corea del Sur muestran cómo la altura se correlaciona con los ingresos que reciben los hombres.
El académico destacó también que hay otro patrón que se repite: la relación entre la estatura y las ganancias es menor en el caso de las mujeres.
Mujeres y estatura
La selección sexual que mencionó el profesor Workman no se aplica a las mujeres, pero también influye en determinados trabajos.
Isobella Jade soñaba con ser modelo pero mide 15cm menos que la media de una profesional de la pasarela.
Jade recordó para la BBC cómo en cada casting sentía que todas las miradas se dirigían a ella despreciándola por su altura.
«Con el tiempo aprendí a valorar otros aspectos de mi cuerpo: mis pies, mis ojos, mis manos…».
Finalmente, le llegó la oportunidad.
«El primer trabajo que tuve fue para ser modelo de pies y ahí me di cuenta de las ventajas de ser bajita. Mi pie cabía en muchos de los ejemplares que se usan como muestra y un pie pequeño queda mejor en la fotos», reveló satisfecha.
Hoy en día ha trabajado para firmas como la marca de ropa interior Victoria Secret.