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“Desde el 2001 estamos escuchando el mismo discurso de los Gobiernos de la Concertación y del de Piñera de mesas técnicas. El 2001 fue el Consejo Asesor de la Educación, el 2011 la mesa de expertos, y así sucesivamente puedo seguir nombrando mesas y mesas. Así nos han tratado de ‘engrupir’ durante todo este tiempo y finalmente no se consigue nada. Estamos cansados de mesas técnicas, arreglines, discusiones a puertas cerradas y propuestas insuficientes”, con esas palabras Jorge Muñoz, profesor miembro del Movimiento 50/50, describe su molestia hacia el Gobierno y la dirigencia central del Colegio de Profesores.
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Los problemas son muchos, explica a Publimetro, pero el agobio laboral es central y tiene muchas aristas. Una de ellas el el tema de las horas lectivas (o sea, en el aula), las que ascienden a un 75%, mientras que las no lectivas a un 25%. Lo más grave es que esas horas son para reuniones o atender apoderados y no para planificar, organizar, preparar y analizar clases. Muchas veces ni para las reuniones alcanza. “Durante muchos años el problema de los profesores pasó por un tema de sueldo. Pero desde el año pasado nos dimos cuenta de que ya no apuntamos a sueldo o más bonos, si no a dignidad docente, a tener dignidad en sus condiciones laborales, a no tener que pasar todas las noches planificando, revisando tareas o pruebas, por ejemplo”, agrega Muñoz, quien es uno de los representantes de lo que los profesores han llamado “La voz de las bases” y que apunta a llegar directamente al Gobierno.
La rebelión de los profesores contra su dirigencia nacional comenzó luego de que el Mineduc llamara telefónicamente a Jaime Gajardo, presidente del gremio, y tras una decisión de la Asamblea General y sin la votación de las bases se llegara a un acuerdo.
En esa propuesta se daba solución a sólo dos de los cinco puntos de la agenda corta, en cambio, en la del pasado viernes el Ejecutivo abordó los cinco puntos, según ratificó ayer la subsecretaria de Educación, Valentina Quiroga. Entonces, ¿por qué siguen molestos?
“Claro, dicen que es una propuesta completa y los dirigentes nacionales dicen que es interesante, que la analicemos, pero la vemos y es una propuesta absolutamente general. No resuelve nada (…) En el punto de terminar con los profesores a contrata habla de terminar con aquellos que trabajen mínimo 20 horas y lleven así 3 años consecutivos o 4 descontentados. Lo que molesta principalmente es que los profesores, los trabajadores de la educación en su conjunto, apuntamos a que se respete, igual que como en cualquier trabajo, que tras 3 contratos pasen a indefinido, y que efectivamente los contratos se respeten de aquí a futuro, que no haya más profesores en condiciones precarias”, remarca Jorge Muñoz.
Los dirigentes locales critican además la postura del Gobierno con los profesores. “Somos coincidentes en que los profesores no hemos sido partícipes de la reforma, tanto en la primera parte, como en la carrera profesional docente que se supone que viene. El Gobierno habla de una nueva carrera docente y de aumentar requisitos a las pedagogías, pero qué sacan cuando los profesores que están en este momento ni siquiera tenemos las condiciones mínimas necesarias para trabajar”, asegura Martín Saez, profesor de Punta Arenas.
“Para poder mejorar la calidad de la educación tenemos que mejorar primero las condiciones laborales de quienes tienen que encargarse de mejorar la calidad de la educación”, enfatiza Feliz Milanés, uno de los delegados de las bases en Arica.
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El desgaste de Gajardo y el Colegio de Profesores
“La figura de Gajardo colapsó, el negociar sin consulta directa a las bases fue la gota que rebasó el vaso. Lo que se plantea es que las bases sean las que puedan plantear su posición frente a todo lo que está pasando de manera directa con el Gobierno”, dice Félix Milanés.
En las redes sociales y en páginas web los profesores de todo el país llevan dos semanas pidiendo la renuncia de Gajardo. “El sentir más elemental y superficial es que Gajardo ha persistido en su posición de minimizar el movimiento de profesores, llamándolo como un ruido y que la institucionalidad es la que debe prevalecer. Pero él tiene señales que dar señales de alinearse con los profesores, tiene que habilitar las consultas de base con respecto a cualquier decisión. Si insiste en escudarse en la institucionalidad del colegio tiene que dar un paso al costado”, enfatiza Milanés.
Los profesores aseguran que la tendencia política se ha tomado la dirigencia central. “Es una traba enorme que la dirigencia sea oficialista. La discusión se ha dado de Nueva Mayoría a Nueva Mayoría. (…) Cuando llevan veinte años o más en una posición todo se envicia. Está enviciada la estructura del Colegio de Profesores”, señala Jorge Muñoz.
“Cuando ocurrió lo del telefonazo y se anunció el acuerdo con el Mineduc, yo estaba en una reunión en el colegio. Me llamaron muy molestos muchos de mis compañeros y se empezó a tratar de hacer una reunión entre bases para ver qué había pasado y qué hacer. Aquí no hubo ninguna manipulación política, nos organizamos de manera espontánea en todo el país. Tratamos de crear nexos, porque los canales regulares ya no nos servían y los dirigentes regionales que sentimos que no nos representaban fueron botados democráticamente”, explica Martín Saez.
La estrategia: unidad y movilizaciones
Los profesores aseguran que organizar a las bases de todo el país no ha sido fácil, sobre todo porque los líderes regionales que solían ser los nexos ahora están desligitimados. Pero sienten que el momento es ahora. “La situación no reviste ninguna posibilidad de análisis. Es necesario hacer cambios ahora y no más propuestas ambiguas”, remarca Milanés, quien remarca la unidad de los docentes. Es por ello mismo que están organizando diversas movilizaciones. Una de las posibilidades es una movilización nacional, con marchas en paralelo en distintas comunas, este jueves en la mañana. A esta idea, aseguran, ya se estarían sumando los movimientos estudiantiles secundario y universitario.