Los últimos seis años, en un lugar llamado Pemuco muy cerca de Chillán, Rodolfo Aguilera (60) se ha desempeñado como médico familiar rural, atendiendo a la población de esta comuna siempre desde la labor social y hasta altas horas de la madrugada. Pero hace cuatro años, le fue detectada una miocardiopatía dilatada, lo ha hecho atravesar un duro momento tanto a él como a su familia.
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Según cuenta a Publimetro su pareja Lelia Acuña, su isapre lo desafilió inmediatamente al ser detectada la enfermedad -a pesar de que siguieron cobrando sus cotizaciones- y lo dejaron sin derecho a salud por más de un año donde ni siquiera fue derivado a Fonasa. Por su propia cuenta estuvo dos años tratándose con células madres, pero luego su estado empeoró.
Al ganar la demanda contra su isapre (Consalud) en la Superintendencia de Salud -porque no tenía pre existencia- y al encontrarse en un estado más delicado, Rodolfo cayó en la clínica con seguro catastrófico. Ahí se convirtió en candidato para un trasplante de corazón hasta noviembre del año pasado. Pero perdió la posibilidad.
Solo horas antes de que se efectuara la operación, cuando el médico que lo operaría había llegado desde Alemania y ya tenía la hora en el pabellón tomado, la isapre que había dicho que sí financiaría los costos, se retractó. Fue así como Rodolfo empeoró al no poder realizarse el trasplante, al límite en que la única opción que tiene para seguir viviendo hoy es un corazón artificial, dispositivo que cuesta al rededor de 200 millones de pesos.
Lelia afirma que después de luchar por explicaciones, la isapre le dijo que financiaría el 20% con tope de 15 millones, los cuales inclueyen pabellón y honorarios médicos. “Son como 6 a 8 horas de operación por lo que el pabellón es caro y además el médico que debe viajar de afuera, al final quedo debiéndole a la isapre”, aclara triste.
«Esto esta codificado en el CAE. Por lo que mandé cartas preguntándoles que por qué si yo pedía que me ayudaran a financiar el dispositivo, ellos incluían pabellón y honorarios. Nunca me respondieron”, explica Lelia quién hoy solo busca ayuda para mantener a su pareja con vida, quién además es padre de tres hijos.
«Un corazón para ayudar»
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Rodolfo y su familia hoy luchan por la única opción que tiene para seguir viviendo. “A él incluso lo visitó un paciente que tiene un corazón artificial y sigue haciendo su vida normal, con pequeñas restricciones”, cuenta su pareja. “Necesitamos que siga con vida por sus tres hijos de 9, 3 y 1 año”, agrega.
El médico bajó de peso abruptamente, y en un principio se oponía iniciar una campaña para reunir los 113 millones de peso, pero la necesidad de que se opere lo antes posible lo obligó a decir que sí. “Me siento morir día a día”, dijo en una entrevista a 24 horas, “Hay muchos dispositivos en el mundo, donde esto es común, pero aquí nadie me ayuda a seguir viviendo”.
«Hay médicos que ganan harta plata, pero yo no soy de esos. Me gusta trabajar con personas más necesitadas, es por eso que hoy no tengo los recursos”, agrega este profesional que siempre ha trabajado en el sistema público y rural, y que incluso pasó muchos años en Ecuador desde donde también le han mandado aportes.
La campaña está disponible vía Facebook en “Un corazón para ayudar”, en Twitter en @uncorazonayuda y se pueden hacer donaciones vía Generosity.com, en la cuenta RUT del Banco del Estado de Leila Acuña Fernández, Rut 13.601.949-k o en los siguientes datos:
Cuenta Corriente Banco Santander
Leila Acuña Fernández
Rut: 13.601.949-k
Cuenta: 63136034
Mail: lelia_acufer@yahoo.cl
PB/MC