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La ley de identidad de género se está tramitando desde el año 2013, periodo en el cual ha atravesado por variados cambios radicales y estructurales, impulsados por el MOVILH y otras organizaciones defensoras de los derechos de las personas transgénero. El próximo lunes la Comisión de Derechos Humanos del Senado votará los artículos de la ley hasta su total despacho.
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Esto fue confirmado tras la sesión del pasado miércoles 7 de septiembre, donde se trató el tema del reconocimiento a la identidad de género de niños, niñas y adolescentes trans, junto a profesionales de la medicina, para contar con mayores antecedentes. La sesión contó con la presencia de Pedro-José López, de la Sociedad Chilena de Cirugía Pediátrica; René Panozo, pediatra con una vasta experiencia en salud mental y atención a niños y niñas trans; y Francisca Ugarte, de la Sociedad Chilena de Endocrinología y Diabetes.
Tras la sesión Paula Dinamarca, activista trans del MOVILH, festejó el anuncio destacando que “por fin la ley pasará a Sala y luego a la Cámara de Diputados, donde debió ingresar hace mucho tiempo”. “Hoy estamos más cerca de esta ley que permitirá a los mayores de 18 cambiar su nombre y sexo legal con un trámite simple en el Registro Civil, y a los menores con un proceso rápido en tribunales de familia. Esto cambiará radicalmente la calidad de vida de nosotros, las personas transexuales”, agregó Dinamarca. Con esto, Chile se sumaría a la lista de países latinoamericanos que han avanzado en estas materias, donde Uruguay fue el primer país que aprobó una ley de identidad de género el año 2009.
Una deuda pendiente
Publimetro habló con la psicóloga especialista, Eliana Navarrete, quien menciona que «este es el primer paso necesario hacia una sociedad más inclusiva». Sin embargo, la psicóloga cree que hace falta que se sumen más elementos que protejan a las personas que tomen la opción de realizar un cambio de sexo legal, sobre todo en el caso de los niños, como por ejemplo programas de acompañamiento caso a caso en los colegios, para evitar que sean víctimas de discriminación.
Según la especialista, la ley antidiscriminación, conocida como ley Zamudio, podría no ser suficiente, sobre todo para proteger a los niños. «La sociedad chilena nunca está muy preparada para enfrentar realidades que se salgan de la estructura conservadora. Tenemos un gran porcentaje de chilenos bastante conservadores que no están de acuerdo con leyes de este tipo, pero eso está cambiando. Hoy podemos ver que muchas personas si quieren avanzar en estas materias y entienden que son cambios que la sociedad necesita», enfatiza.
Para Navarrete, esta ley viene a pagar una gran deuda pendiente que nuestro país tenía con las personas transgénero y que beneficiará sobre todo a las futuras generaciones. «Esto es un gran avance. En el caso de los niños, ellos ya saben entre los 2 y los 4 años cual es su identidad de género. Al darles la oportunidad de crecer usando un nombre que vaya acorde a su identidad sexual, ellos crecerán con mayor seguridad y autoestima», concluyó.