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“Las demencias son la epidemia del siglo XXI: tanto por el alto número de personas que la padecen, como por sus consecuencias en el entorno”. Un escenario de relevancia para Chile dada la tendencia al envejecimiento que experimentará la población (en 2050 casi el 30% será mayor de 60 años). Sin embargo, tal como explica Andrea Slachevsky, neuróloga y vicepresidenta de la Corporación Profesional de Alzheimer y Otras Demencias (Coprad), el país aún «carece de recursos para otorgar una atención de calidad y un apoyo adecuado a estas personas”.
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Según el Ministerio de Salud (Minsal), en Chile se producen 3.432 muertes anuales a causa de esta enfermedad. En la actualidad, 180 mil personas padecen alguna demencia, siendo la principal de ellas el alzheimer. Esta cifra se triplicaría para la mitad de siglo, momento en que los afectados superarían los 626 mil (Revise la galería).
Pese a no existir aún cura para las enfermedades neurodegenerativas, Slachevsky advierte que “si tenemos un cerebro en buenas condiciones, tenemos menos posibilidad de tener una demencia”.
«En general, nuestro capital cerebral es el principal protector de demencias. Uno de los factores más asociado a ese capital, también llamado reserva cognitiva, es el nivel educacional. A mayor nivel educacional, mejor reserva cognitiva”, asegura la experta.
Slachevsky explica que la “exposición a estrés, trastornos de salud mental y enfermedades cardiovasculares” también son considerados causales, los cuales «siempre son mayores en personas de un medio desfavorecido y socioeconómico más bajo”.
«La gente debe tomar conciencia de que hay pequeñas acciones que pueden ayudarla a disminuir las probabilidades de generar estas demencias. Cambios en los hábitos de vida, alimentación y ejercicios, por ejemplo”, explicó Christian González, bioquímico y director del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo.
La demencia es hoy prioridad pública para la Organización Mundial de la Salud (OMS), razón que llevo a la Presidenta Michelle Bachelet a incluir en su Programa de Gobierno la creación del Plan Nacional para las Demencias.
El programa, creado tras el trabajo de una mesa de expertos convocados en 2014 por el Ministerio, considera en su propuesta el funcionamiento en dos niveles de salud: atención primaria y nivel de especialidad. Ambos se relacionarían mediante referencias obtenidas desde las personas afectadas, la atención al cuidador y consultorías de revisión de diagnóstico y tratamiento.
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Para aquellos casos de mayor complejidad, el plan contempla la derivación a unidades de memoria que brinden atención de especialistas. Mientras que aquellas personas con diagnósticos de demencia leve o moderada se trasladarán hasta los Centros Diurnos para Personas con Demencia.
“Con estas acciones se espera que las personas que viven con demencia accedan a cuidados preventivos y paliativos que permitan sobrellevar mejor la enfermedad, mejorar la calidad de vida, reducir los síntomas y aliviar a las familias. Y asegurar así la continuidad de atención para los afectados y su entorno en toda la red de salud”, señaló a Publimetro María Teresa Abusleme, asesora del Departamento de Salud Mental del Minsal.
El plan se comenzará a implementar en 2017 como programa piloto en tres comunas del país.En 2015 y 2016 se ihan implementado siete Centros Diurnos de Atención para las Demencias, que se ampliarán a diez el próximo año. Esta infraestructura se sumará a los otros componentes que incluye el plan: prestaciones de atención primaria y unidades de memoria. Presupuesto, que advierten desde Minsal, “está asegurado”.