¿Debe Perú involucrarse en disputa de Chile y Bolivia en La Haya?

Escritor peruano Mauricio Rozas Valz analiza cuál es la decisión que debe tomar Perú ante el conflicto que mantienen los países en el tribunal internacional

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Esta fue la explicación que Mauricio Rozas Valz hizo en su Facebook


A propósito del pronunciamiento del Tribunal de la Haya sobre la demanda boliviana para tener una salida soberana al mar, es necesario tener claras las cosas de la manera más didáctica posible. Si eres antichileno o proboliviano o antiboliviano o lo que quieras, es irrelevante para la historia y para el derecho internacional.

1.- La demanda de Bolivia no exige una salida soberana al mar por Chile, lo que exige es simplemente poder negociar, es decir, que lo que no era negociable ahora lo sea. Es más un triunfo político porque es muy poco probable (por no decir imposible) que en esa negociación Chile ceda un centímetro cuadrado.

2.- La Corte de la Haya, en el mejor de los casos para Bolivia, podría exigir a Chile a que se siente en una mesa de negociaciones, más nada, no puede cambiar ningún límite.

3.- En el hipotético caso que Chile estuviera dispuesto a dar una salida soberana al mar a Bolivia, sólo podría hacerlo por los territorios que fueron bolivianos, es decir, entre la Bahía del Paposo y Punta Arenas (ver mapa). Para esto el territorio chileno quedaría partido en dos por la franja cedida a Bolivia (lo cual, otra vez, resultaría imposible).

4.- Si Chile quisiera dar a Bolivia una salida al mar en su frontera norte, tendría que hacerlo por territorios que fueron peruanos, y para esto necesariamente tendría que contar con la aprobación del Perú, lo cual, geopolítica y comercialmente, perder su frontera con Chile de ninguna manera le sería conveniente al Perú ( una vez más, resultaría imposible).

5.- Dada la cercanía de las ciudades de Arica (Chile) y Tacna (Perú), ¿sería acaso posible que los ariqueños estén dispuestos a dejar de ser chilenos y pasar a ser bolivianos? Lo que Bolivia pretende no es ni libre tránsito ni libre navegación, sino soberanía. Soberanía quiere decir que sea su territorio, es decir, que esté bajo su ocupación y sus leyes, que pueda ser vigilado por su fuerza armada y su policía, que haya que pedirles permiso para poder entrar y que figure en su mapa (Pues otra vez, es imposible).

*Datos históricos importantes: En febrero de 1879 Chile invade Antofagasta, entonces de Bolivia. Es el Perú que, en cumplimiento a una alianza militar que tenía con Bolivia, se involucra en un conflicto que le resultó adverso. En plena guerra, Bolivia traiciona al Perú en la sangrienta Batalla del Alto de la Alianza, en Tacna, dejándolo solo en una larga y desgastante guerra en la cual perdió parte de su territorio que no tenía porqué perder (cuando han viajado a Tacna por carretera, poco antes de llegar ¿no han leído un cartel muy grande que dice: ‘loor y gloria a nuestros héroes caídos en la Batalla del Alto de la Alianza’? Pues ahí mismo).

En conclusión, perdimos territorio por ayudar a Bolivia para que luego nos traicionara, ¿debemos entonces preocuparnos por su salida al mar? Ya nos metimos a ayudarlos una vez y nos salió chueco. No es nuestro pleito.

 ¿Quién es Mauricio Rozas Valz?   Es un escritor peruano nacido en Arequipa (1966) que pese a que estudió administración de empresas en la Universidad Católica Santa María, se dedica a escribir y a defender causas animalistas. Tiene a su haber el libro “Nunca a Tiempo” (2011) y un poemario llamado “Epílogo” (2012). 

Varias son las soluciones que han aparecido luego que se conociera la decisión del Tribunal de La Haya de declararse competente para analizar la demanda que presentó Bolivia sobre Chile por una negociación de acceso soberano al mar. Una de ellas es cederle un corredor ubicado al norte de Chile a cambio de terrenos en Bolivia con gas y agua. Sin embargo, para eso, había que preguntarle a Perú si ello conviene. ¿Debería involucrarse ese país en la disputa?

El escritor peruano Mauricio Rozas Valz (ver fotos), tras el fallo de La Haya, decidió explicar en su muro de Facebook con peras y manzanas cuál fue la decisión que tomó el tribunal internacional. Allí explicaba que la demanda de Boliva “no exige una salida soberana al mar por Chile, lo que exige es simplemente poder negociar”. También aclara que “es más un triunfo político” y dice que si Chile estuviera dispuesto a dar tierra, debería ser por su frontera norte y para eso “tendría que contar con la aprobación del Perú”. Es ahí donde se gesta la polémica, pues para él , “geopolítica y comercialmente, perder su frontera de ninguna manera le sería conveniente al Perú”. 

¿Por qué cree esto? Según indica a Publimetro, “por el fluido intercambio comercial que se da entre las ciudades fronterizas de Tacna, en Perú y Arica. El turismo, la atención médica y odontológica y el consumo de muchos bienes y servicios en general, actualmente benefician principalmente a los empresarios peruanos y también a los consumidores y operadores turísticos chilenos. Además, ambas ciudades, a raíz de tantos años de cercanía y vecindad han estrechado vínculos. En esa zona la rivalidad es casi nula”, expresa. 

“El Tratado de Ancón, firmado en octubre de 1883, y que puso fin a la Guerra del Pacífico, establece que, cualquier cesión de territorios que antes pertenecieron al Perú, tiene que contar necesariamente con la aprobación del Perú”, explica el escritor que es también asimilasta. 

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Pero en su Facebook, Rozas recordó que en la Guerra del Pacífico -que originó el hecho que Bolivia quedara sin mar- fueron Chile y Bolivia los que iniciaron con el conflicto y que Perú se unió después a la Confederación a causa de un tratado firmado entre ambos países.

“Perdimos territorio por ayudar a Bolivia para que luego nos traicionara, ¿debemos entonces preocuparnos por su salida al mar? Ya nos metimos a ayudarlos una vez y nos salió chueco. No es nuestro pleito”, explica.

“Sin duda, es muy poco probable que Bolivia obtenga un fallo favorable que conmine a Chile a darle una salida soberana al mar, máxime si hay tratados firmados, oleados y sacramentados al respecto, como es el caso. El gobierno boliviano es consciente de ello. Su estrategia, creo, es pedir más de los que saber que pueden recibir para al menos conseguir algo, alguna mejora en sus condiciones portuarias”, agrega finalmente el escritor.

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