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El Gobierno boliviano acusó a Chile del fracaso del diálogo bilateral para resolver el conflicto por el uso de las aguas del Silala y sostuvo que ese fue el motivo por el que decidió llevar la controversia ante un tribunal internacional.
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En declaraciones a la radio estatal, el vicecanciller boliviano, Juan Carlos Alurralde, recordó que el tema del Silala estaba incluido en la agenda de trece puntos que se estableció para facilitar el diálogo bilateral durante la primera gestión presidencial de Michelle Bachelet.
Según Alurralde, hubo «grandes avances» en el diálogo, incluido un «borrador de acuerdo inicial», pero que no se llegó a resolver el último punto en disputa, referido a la «deuda histórica» de Chile con Bolivia por el uso de las aguas del Silala durante décadas.
«En la última reunión que se realizó en julio de 2010 en La Paz (…) Chile se rehusó a tocar este tema y mencionó que no podía acompañar esta demanda legítima. Por eso no se llegó a un acuerdo en este tema ni se pudo trabajar hacia el futuro», señaló.
Agregó que después de julio de 2010, «Chile ya no convocó al mecanismo de consultas políticas y se congeló el diálogo bilateral», incluido el tema del Silala, por lo que Bolivia decidió «acudir a otras instancias para que esto descongele el debate».
Las aguas del Silala centran una nueva polémica entre Bolivia y Chile, enfrentados en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la reclamación boliviana de la restitución de su acceso soberano al mar, perdido en una guerra de fines del siglo XIX.
La disputa sobre el Silala había estado hasta ahora en un segundo plano en la agenda bilateral frente al reclamo marítimo de Bolivia a Chile, pero adquirió protagonismo la semana pasada, cuando el presidente Evo Morales anunció una nueva demanda contra Chile ante los tribunales por lo que considera un uso «abusivo» de esas aguas.
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Bolivia sostiene que el Silala está formado por vertientes cuyas aguas fluyen a Chile por canales artificiales construidos en 1908, por lo que varias veces ha exigido una compensación económica al Gobierno chileno y a empresarios del norte de esa nación.
Chile, por su parte, asegura que se trata de un río internacional.
Para «demostrar» su versión, el presidente Morales llevó el martes a una comitiva de parlamentarios, autoridades locales y periodistas a visitar el lugar, situado en la región andina de Potosí (suroeste), en la frontera con Chile.
Alurralde destacó que en la visita, se pudo verificar que en el Silala «existe una infraestructura de canales artificiales» construidos algunos en 1880 y otros entre 1904 y 1915, «que son los que provocan el actual escurrimiento hacia Chile».
«La verdad entra por la vista, la realidad entra por la vista, no entra por discursos acalorados o nacionalistas que han sido emitidos por el canciller chileno», afirmó el vicecanciller boliviano.
Alurralde señaló que la definición de río internacional habla de un flujo «natural» de una corriente de agua e indicó que «esa definición no se cumple» en el caso del Silala.
«Lo que hemos visto ayer (el martes) es un sistema de drenaje artificial que toma nuestras aguas de manera ilícita e ilegal y las transporta hacia Chile», manifestó.
Ratificó que Bolivia buscará respaldo de organismos internacionales especializados para ratificar su versión y llevar a cabo la nueva demanda, que también se presentará ante la CIJ.
PUB/CM