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Según un estudio desarrollado por la Universidad de Santiago “la política del cambio de horario de verano produce su ahorro de energía eléctrica más significativo en la capital, con un valor de 94,31 GWh”.
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Para aterrizar el ahorro que se registra con el cambio de horario podemos hacer una serie de cálculos.
Por ejemplo, permitiríamos con esa cantidad de energía que el doctor Emeett Brown, quien necesitaba 1,21 GWh para enviar a Marty McFly desde 1954 al futuro, lo hiciera al menos en 77 oportunidades, sin necesidad de esperar que un rayo diera en la torre del reloj.
También, como explica el académico de la Universidad de Santiago, Humberto Verdejo, se podría iluminar sin costo 928 casas durante todo un año.
“Es decir, si una casa consume 10 kwh por día, funcionando, todo el día, lo tendrías que pasar a energía año 8760. Eso lo divides por los 94,31 GWh y obtienes el resultado”. Aunque el académico apunta que “ese es un cálculo muy simple para entender el ahorro”.
Luego de todos estos cálculos, hay que mencionar que el resultado de la investigación elaborada por el Departamento de Ingeniería Eléctrica de la Universidad de Santiago, corrobora que la determinación gubernamental, efectivamente, cumple con los objetivos que la convocaron, porque permite lograra una reducción en el consumo de energía.
Así lo confirma el académico de la Universidad de Santiago, Humberto Verdejo quien precisa que efectivamente el cambio de horario se traduce en “una pequeña reducción en el costo final, lo que se transforma en un ahorro de energía”.
